El reloj marca las 18:30 y en el centro de Guayaquil ya no hay movimiento masivo de personas, al contrario, los negocios cierran y la muchedumbre se disipa.

Sin embargo, a un edificio llegan mujeres, cuyo distintivo es su larga cabellera. Las féminas, cuyas edades no son similares, tienen el interés de donar cabello para las personas con cáncer.

En el edificio las personas de la organización Dibuja una Sonrisa consiguieron una oficina en donde les permitieron recibir las donaciones. Las mujeres llevan años sin cortarse el cabello para realizar la obra social.

Xavier Sandoval, director ejecutivo de la Fundación Dibuja una Sonrisa, explicó que no solo se trata de entregar el cabello sino también contribuir monetariamente para la elaboración de las pelucas.

Estas se hacen a la medida de cada paciente de todas las edades. Más allá del cabello, lo más importante es la parte sicológica.
La forma de vincular a los pacientes para que accedan a una peluca es recibir el diagnóstico del médico tratante en el que certifican que el paciente está en tratamiento.

Las pelucas se hacen a la medida y según la región del país en donde vive el paciente. Sandoval afirmó que la peluca es orgánica; pueden tener el cabello tinturado o hasta con canas.

Quienes donaron cabello, mayoritariamente tuvieron familiares o amigos con cáncer y eso hace que tengan la inclinación de ayudar.

Sandoval resaltó que los ecuatorianos en su conjunto son generosos y por ello las donaciones de cabello no faltan, sin embargo a donde no asisten es a las coronaciones de pelucas.  

Quienes donan el cabello deben contribuir con un valor que va desde los $ 20 para asegurar la confección de las pelucas.

Tatiana Morales fue una de las donadoras, llegó con su hija de 6 años y ambas dejaron crecer su cabello por cuatro años para hacerlo.

Las voluntarias detallaron que las personas no se sensibilizan si no viven la enfermedad de cerca. Así lo afirma Estéfani Mite, quien tuvo a su abuelita con cáncer y vio la necesidad de los pacientes.

Pacientes y familiares unidos por el cáncer

Otra organización que se encarga de entregar pelucas, entre otras actividades, que involucran a los familiares de los pacientes es la Asociación de Familias Unidas por los Enfermos de Cáncer (Fupec).

La entidad complementa la asistencia en salud, que no solo afecta a la persona que tiene la enfermedad, sino a toda la familia, según detalló Diego Jimbo, director de Fupec, que tiene 8 años.

Se trata de una red de organizaciones que están en el país para coordinar proyectos. Este mes estarán en Puyo para realizar una campaña de donación de cabello.

La entidad realiza visitas domiciliarias y organiza talleres para que los pacientes estén ocupados. “El objetivo es que la persona despeje su mente y levante el ánimo”.

Fupec pide una colaboración al momento de entregar pelucas, siempre y cuando la familia tenga recursos para aportar, de lo contrario es gratis. “El objetivo es que exista un acompañamiento sicológico, este es un requisito previo, antes de entregar las pelucas”.

Son 400 los casos a los que Fupec da seguimiento para brindar atención al núcleo familiar en conjunto. (I)

Detalles
Aportes de Fundaciones
La Fundación Dibuja una Sonrisa nació en 2010, con el programa Banco de Pelucas, pero de manera legal funciona desde 2012. Fupec tiene 8 años y nació como iniciativa de la madre de Diego Jimbo, quien falleció con cáncer.

4 personas necesitan donar su cabello para una peluca de niñas, todo depende del tipo de peluca y el largo que se requiera.

Dan asistencia sicológica
Las organizaciones trabajan principalmente en la parte emocional, puesto que consideran que es fundamental para sobrellevar la enfermedad. (I)