A pesar de los importantes avances en tecnología, ciencia e industria durante el último siglo, millones de personas en todo el mundo todavía carecen de acceso a los baños, según reveló un informe de la ONU, que declaró el 19 de noviembre como el Día Mundial del Retrete.

El tema de este año subraya la importancia del saneamiento sostenible y el cambio climático, señaló la ONU en su sitio web.
"El saneamiento sostenible comienza con un inodoro que captura de manera efectiva los desechos humanos en un entorno seguro, accesible y digno. Luego, los desechos se almacenan en un tanque, que luego puede vaciarse mediante un servicio de recolección o transportarse mediante tuberías", explicó el informe.

El documento también resaltó la importancia del tratamiento y la eliminación segura de los desechos, pues la reutilización segura de los desechos humanos ayuda a ahorrar agua, al tiempo que reduce y captura las emisiones de gases de efecto invernadero que pueden ser usados para la producción de energía y pueden proporcionar a la agricultura una fuente confiable de agua y nutrientes.

Saneamiento

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) llamó la atención sobre el peligro que representan las inundaciones, las sequías y el aumento del nivel del mar para los sistemas de saneamiento, incluidos los inodoros, fosas sépticas y plantas de tratamiento.

"Todos deben tener un saneamiento sostenible que pueda resistir el cambio climático y mantener a las comunidades saludables y funcionando", indicó la OMS.

El Día Mundial del Retrete crea conciencia sobre los 4.200 millones de personas que viven sin acceso a un saneamiento gestionado de forma segura.

El objetivo de los esfuerzos debe ser proporcionar acceso universal a sistemas de saneamiento sostenibles, así como reducir a la mitad la proporción de aguas residuales sin tratar y aumentar el reciclaje y la reutilización segura de estos para 2030, de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

Eliminar la práctica de la defecación al aire libre será crucial para lograr ese objetivo y, aunque se han logrado avances durante la última década, todavía queda mucho trabajo por hacer.

"Las tasas más altas de defecación al aire libre se encuentran en el país centroafricano de Chad, donde el 69% de la población lo practicó entre 2015 y 2018. Benín y Etiopía también se encuentran entre los países con mayor tasa de defecación al aire libre, con tasas de exposición del 90%", mostraron datos de la ONU.

Hoy en día, casi el 10% de las personas en todo el mundo todavía practican la defecación al aire libre, mientras que una de cada tres escuelas en todo el mundo no tiene baños. De hecho, cada día, más de 750 niños menores de cinco años mueren a causa de una enfermedad diarreica relacionada con el saneamiento deficiente y el agua no potable.

La Organización Mundial de la Salud estima que con un saneamiento adecuado, incluido el uso de baños, se podrían evitar más de 840.000 muertes por enfermedades diarreicas.

Se estimó que más de 160 millones de niños sufren desnutrición crónica y retraso en el crecimiento debido a la defecación al aire libre y fuentes de agua contaminadas.

Disparidad de género

Mientras tanto, muchas mujeres se sienten inseguras al encontrar un área abierta o usar baños públicos por temor a ser agredidas sexualmente por hombres.

Encontrar un lugar seguro para defecar también requiere mucho tiempo para las mujeres y las niñas, que dedican aproximadamente 97 mil millones de horas cada año a tratar de encontrar un lugar para hacer sus necesidades, según evidenciaron los datos. Según Amnistía Internacional, millones de mujeres y niñas deben aventurarse por lo menos a 300 metros de sus hogares para encontrar un lugar adecuado para satisfacer sus necesidades higiénicas. (I)