Hungría cerrará temporalmente sus fronteras con Eslovenia
Obispos británicos piden acoger a 50 mil migrantes
Un grupo de 84 obispos de la Iglesia Anglicana de Inglaterra reclamó con creces al primer ministro británico, David Cameron, aumentar el número de refugiados provenientes de Siria, al acusarlo de ignorar ayudas por parte de los religiosos en materia de vivienda y a menores sin familiar para al menos 50.000 refugiados.
Los obispos hicieron pública en el dominical The Observer una carta privada que le enviaron a Cameron a comienzos de septiembre.
En la misiva crítica, los religiosos le pedían al primer ministro que aumentara el número de refugiados al Reino Unido en los próximos cinco años, de 20.000 a 50.000.
También le reclamaron involucrar a la Iglesia en los esfuerzos nacionales “para movilizar a la nación como ocurrió en épocas pasadas”.
Los obispos calificaron el movimiento masivo de refugiados como una “crisis moral”, y ofrecieron sumar a las iglesias, congregaciones y feligreses de Gran Bretaña para ofrecer sus viviendas y habitaciones a aquellos que más necesiten.
También indicaron a Cameron que promoverían y apoyarían ayudas a niños refugiados sin familias, con el fin de ofrecer viviendas y atención a aquellos menores que quedaron huérfanos en la odisea de alcanzar las costas de Europa.
Pero este domingo y acompañando la carta del Observer, el obispo de Durham, Paul Butler, emitió un comunicado en el que indicó que la paciencia de los obispos “se está agotando”.
El prelado del norte de Inglaterra describió la respuesta del gobierno a la crisis de refugiados como “totalmente inadecuada” y se quejó que el primer ministro falló durante más de cinco semanas al no responder a la ayuda ofrecida por la Iglesia de Inglaterra para los inmigrantes.
“Es descorazonador que no hayamos recibido hasta ahora ninguna respuesta sustantiva, a pesar de que el primer ministro nos había garantizado que sí lo haría. Hay una necesidad moral urgente y apremiante para actuar. Nosotros los obispos ofrecemos ayudar al respecto junto a otras personas en la sociedad civil”, destacó Butler.
El obispo de Durham explicó que la urgencia “es muy real” para ayudar a aquellos obligados a abandonar su tierra “debido a que sus hogares están literalmente siendo bombardeados”.
“A medida que los combates se intensifican y la escala de la miseria humana se vuelve mayor, la respuesta del Gobierno británico es cada vez más inadecuada para responder al tamaño y severidad del problema”, agregó el prelado inglés.
La pelea entre los obispos y el primer ministro británico se hizo pública en medio de una escalada de la crisis de refugiados en Europa.
Este sábado, Hungría confirmó que cerrará temporalmente sus fronteras con Eslovenia, imponiendo estrictos controles inmigratorios, luego de haber cerrado su paso fronterizo con Croacia para impedir el ingreso de refugiados.
El ministro de Exterior húngaro, Péter Szijjártó, dijo a la agencia de noticia local MTI que el gobierno contaba con información acerca de que miles de inmigrantes comenzaron a ser trasladados a la frontera entre Eslovenia y Hungría.
En un intento por reducir el flujo de refugiados a la Unión Europea (UE), Angela Merkel, -que enfrenta más presiones por parte de grupos de centro-derecha para cerrar las puertas de Alemania a los refugiados-, se reunirá con su colega turco, en Ankara, para discutir “cómo controlar mejor las fronteras porosas entre Grecia y Turquía”.
Las quejas de los obispos británicos, otra señal de descontento entre la Iglesia de Inglaterra y el gobierno conservador, dejan a Cameron muy mal parado, ya que este último en el pasado dijo que el país debía resolver problemas nacionales “a partir de acciones colectivas”.
El mes pasado, Londres anunció que el Reino Unido admitirá solo 20.000 refugiados durante un período de 5 años, tras la consternación mundial por la publicación de una imagen del niño sirio de tres años Alan Kurdi, ahogado en una playa turca después de que sus padres intentaran llegar a las costas de Europa.
En su carta, los religiosos de la Iglesia de Inglaterra calificaron la situación actual “como la mayor crisis de refugiados jamás conocida”, al aclarar que semejante crisis moral “precisa de una respuesta de todos los sectores de la sociedad”. (I)