La expresidenta de Chile y Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, participó el jueves 21 de mayo de 2020 en un conversatorio con líderes de los países latinoamericanos para el cuidado de la primera infancia.

La charla telemática fue organizada por la Fundación Horizonte Ciudadano, fundada por Bachelet en 2018; es una organización sin fines de lucro que promueve la participación ciudadana en las políticas públicas.

Bachelet analizó el tema del covid-19 y los derechos humanos en la región. Destacó el rol del Estado en la salud pública en medio de pandemia. “Los Estados están a cargo del sistema y juegan un papel importante en la defensa de los derechos humanos de la gente”.

Subrayó que la clave general es tener más mecanismos de protección social y generar mejores condiciones de vida para los más vulnerables. Además se refirió a las manifestaciones contra los Gobiernos en América Latina. “La solución no es el uso de la fuerza, sino el diálogo con la sociedad civil”, anotó.

Bachelet apuntó que la mayoría de muertes han sido de ancianos en centros geriátricos. Allí, dijo, se descubrió que algunos médicos y personal abandonaron a los pacientes. Esos centros están administrados por privados en convenios con el Estado. Es indispensable la presencia estatal para gestionar y cuidar de los ancianos, explicó.

Para ella, la pandemia evidenció que los niños, en especial, los de la primera infancia, son los más vulnerables. No existen datos ni información sobre ellos. “Necesitamos acuerdos para garantizar a estos niños un trato digno y servicios esenciales para sus familias”.

Destacó que hay un desafío enorme para reconstruir y mejorar las políticas públicas en la Región, con enfoque en el respeto al medio ambiente y con perspectiva de género. De esa manera, anotó, se reducirán las desigualdades, pero “se necesita de voluntad política”.

Priorizando la atención a la niñez

La Convergencia para la Acción: Red de líderes por un Comienzo con Futuro, se lanzó en Santiago en marzo de 2020. El objetivo es colaborar para que los países y los Gobiernos de América Latina prioricen de manera transversal el desarrollo de la primera infancia en un contexto de la crisis climática y migratoria, realidades que afectan la región. (I)