La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) monitorea los efectos que tiene la suspensión de actividades académicas, a raíz de la pandemia por covid-19.

Con un trabajo centrado en Iberoamérica, su secretario general, Mariano Jabonero, explica lo que ha significado el aislamiento para la educación y la cultura.

¿Cuáles son los datos más relevantes que deja hasta ahora el seguimiento que realiza la OEI?

Esta suspensión súbita ha supuesto que cerca de 180 millones de estudiantes dejen de ir a clases. La situación actual puso de manifiesto algo que ya sabíamos: la profunda desigualdad de los sistemas educativos de nuestra región. Más del 40% de los estudiantes no tienen acceso a internet y nuestros países deben tomar medidas para apoyarles con recursos educativos (materiales), como canastillas, cestos e incluso la presencia de maestros
de apoyo.

¿Cómo aprovechar los medios tradicionales para favorecer la educación en los sectores que no tienen acceso a la tecnología?

En muchos países, tanto en la radio como en la televisión, se han producido programas de apoyo educativo. Sin embargo, yo apelaría a dos cosas que quizá son clásicas, pero muy importantes. Este es un momento que podemos aprovechar para que la convivencia familiar sea mucho más rica. Otro aspecto que creo es muy importante es el acceso a la lectura. Tengo la seguridad absoluta de que los niños y niñas que practican la lectura muy temprano junto con sus familias y que son buenos lectores, disfrutan de la lectura y comprenden lo que leen, son chicos y chicas que tendrán un buen futuro como estudiantes, ciudadanos y profesionales.

¿Cómo los maestros pueden adaptarse a esta nueva forma de enseñar en el corto plazo?

Debemos trabajar para que todos los docentes tengan la capacidad para trabajar en entornos virtuales. La educación a distancia no sustituye a la educación presencial, pero junto a ella asegura oportunidades para todos. Es cierto, apenas hay tiempo para reaccionar, pero creo que, al finalizar la crisis, debemos tener perfectamente trazada la hoja de ruta y esta es que todos y cada uno de los maestros de Ecuador y de Latinoamérica sepan manejar entornos de educación virtual. (I)