Especial coronavirus
Asociación Madre Sabia provee de alimentos a familias vulnerables
El 17 de marzo de 2020, un día después de que el Presidente de la República decretara el estado de excepción por la pandemia del covid-19, Avelina Rogel tomó la iniciativa de ayudar a las familias más vulnerables de varios sectores de Quito.
Ella cuenta que por su origen indígena, muy intrínseco con la cosmovisión andina, soñó que tenía que ponerse al servicio de aquellas familias que iban a ser las más afectadas con el aislamiento.
“Llamé a todas las personas que colaboran con la asociación y les dije que teníamos que prepararnos porque esto (la pandemia) se viene con fuerza. Ahí fue que una amiga me dijo que creáramos un grupo de ayuda”.
El mayor aporte que recibe la Asociación Madre Sabia -como se identifican- proviene del extranjero. Francia es uno de los países que aporta con ayuda monetaria. “Profesores míos de la universidad en Francia nos apoyan desde el inicio. También en España y Estados Unidos, amigos emprendieron la campaña ‘Veinte dólares significa alimento para una semana para un familia ecuatoriana’”.
Dos clases de kits
Avelina, quien es la coordinadora de Madre Sabia, explica que hay dos clases de kits: uno para familias pequeñas de dos a cuatro personas, con alimentos que duran entre siete y diez días. Y los kits más grandes, cotizados en $ 20, que son para familias de cuatro a ocho miembros, en el caso de que hayan más personas se les entregan dos kits medianos.
Los kits se renuevan. “Madre Sabia no es que deja una sola vez, porque la situación no cambia más bien empeora, entonces lo que hacemos es renovarles el kit”. Al principio iban de casa en casa, pero la ayuda fue aumentando tanto así que de 20 kits que entregaban al día, ahora son 100.
Hasta la fecha han ayudado a más de 600 familias incluyendo a venezolanos que no tienen trabajo ni parientes en este país. Detalla que hay fundas con alimentos para ecuatorianos y venezolanos y que la diferenciación es por los productos. A los extranjeros se les facilita recetas.
La asociación llega con ayuda a los sectores de Tumbaco, Toctiuco, Centro Histórico de Quito, el Playón de La Marín, la Vicentina alta y baja y norte de la capital.
Hay empresas privadas que donan queso. La panificadora Ambato colabora con el pan. También reciben leche y los voluntarios preparan chocolatada para entregarla con una pieza de pan. El aporte del extranjero llega cada semana para las familias que constan en un registro y para las nuevas.
Madre Sabia tuvo el pasado 23 de abril un impasse con dos jóvenes de Tumbaco, porque repartían víveres, según ellos, en su vereda. De ahí surgió el #LadyVereda que fue tendencia en Twitter.
Avelina migró para estudiar
Avelina Rogel es oriunda de Quito, del sector de Tumbaco. Migró del Ecuador por motivos de estudio y estuvo en diferentes países siempre con la tendencia de “revalorizar a nuestros hermanos de comunidades, pueblos y nacionalidades en su trabajo diario”.
Trabajó en la agricultura familiar campesina. En Bolivia se graduó en la Universidad San Simón. “Estos últimos años he estado en Bolivia, Argentina, Perú y luego viajé a Europa; estuve en África por estudios y trabajo”.
La coordinadora de la Asociación Madre Sabia estudió ingeniería agronómica en Bolivia, etnomedicina en Francia y, en Argentina, medicina homeopática y Flores de Bach.
“Madre Sabia está encaminada al rescate y revalorización de las sabidurías ancestrales”, dice Avelina, quien trabaja con comunidades en diferentes sectores del país”. (I)
Las familias más vulnerables reciben ayuda desde el exterior, a través de una campaña de donación de $ 20 para poder adquirir alimentos.