El Secretario general de la ONU está “impactado” por el trato que Budapest da a los refugiados
Los migrantes son detenidos en Hungría con gases lacrimógenos y cañones de agua
Hungría envió vehículos con efectivos militares a la frontera con Serbia, donde ayer se registraron violentos choques entre Policía antidisturbios y grupos de refugiados que intentaban pasar la línea entre ambos países.
En los enfrentamientos la Policía húngara usó gas lacrimógeno contra un grupo de migrantes que trató de cruzar la valla en la frontera con Serbia.
Decenas de migrantes, tras más de una hora de altercados con la Policía, pudieron penetrar en el territorio húngaro desde Serbia, en el paso fronterizo de Röszke, ante los agentes antidisturbios que se vieron desbordados.
Los migrantes arrancaron la alambrada levantada a través de las dos vías de acceso hacia Hungría y se enfrentaron con las fuerzas antidisturbios húngaras, que recularon unos 50 metros mientras lanzaban granadas lacrimógenas.
“¡Yalla!” (¡Vamos!) gritaban para animar a los migrantes más jóvenes, que lanzaban piedras de asfalto en dirección a los policías húngaros, con los ojos enrojecidos a causa del gas lacrimógeno.
Cientos de refugiados arrojaron botellas y piedras a los policías, que utilizaron vehículos blindados, un cañón de agua y gas lacrimógeno. Un número indeterminado de policías y migrantes resultó herido en los enfrentamientos.
Es el primer incidente desde que Budapest cerró su frontera con Serbia, en la noche del lunes, para evitar la entrada de refugiados.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, afirmó que está “impactado” sobre cómo son tratados los grupos de emigrantes en países como en Hungría y agregó que la situación “no es aceptable”.
“Puede que algunos países tengan problemas nacionales, todos los tienen”, pero “debemos ser compasivos con la gente que está huyendo de la guerra y de la persecución”, afirmó Ki-moon en una rueda de prensa en la sede de las Naciones Unidas.
Desde hace dos días está en vigencia una nueva legislación en Hungría que considera delito entrar al país sin los permisos respectivos.
Nueva ruta
El portazo físico y legal de Hungría a los refugiados que cruzaban su territorio, camino a los países ricos de Europa, ha convertido a Croacia y Eslovenia en una ruta alternativa por la que se estima que continuará el éxodo de quienes huyen de la guerra y la pobreza en países de Asia y Oriente Medio. Más de 550 refugiados entraron ayer a Croacia, según fuentes policiales citadas por la emisora N1.
El ministro del Interior croata, Ranko Ostojic, estimó que unos 4.000 refugiados llegarán a Croacia en los próximos días para continuar hacia Eslovenia, entrar a Austria por el sur y seguir hacia Alemania.
Una vez cerrada la frontera entre Hungría y Serbia, los refugiados se dirigen en autobuses y taxis a la frontera croata, que cruzan a pie por la localidad de Tovarnik.
Mientras sigue el debate al interior de la Unión Europea sobre el reparto de refugiados. A esas cuotas se resisten los países del Este, a quienes se amenaza ahora con sanciones. (I)