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El Telégrafo
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El 54% de la huella ecológica es de carbono

Los humanos, en deuda con la naturaleza

De mantenerse la demanda de consumo, los seres humanos necesitarán al menos 3 planetas para abastecer a las poblaciones en 2050. Foto: AFP
De mantenerse la demanda de consumo, los seres humanos necesitarán al menos 3 planetas para abastecer a las poblaciones en 2050. Foto: AFP
14 de agosto de 2015 - 00:00 - Redacción Sociedad

Desde 1970 la población se ha incrementado el 90% y con esto aumentó también el consumo de recursos naturales: agua, energía, alimentos o fuentes no renovables, como el carbón y petróleo. Tanta demanda no solo ha provocado un agotamiento de las fuentes que entrega el planeta, sino que ha excedido la fuerza de la naturaleza o su capacidad de resiliencia.

Por eso hoy se recuerda -tristemente para los ambientalistas- el Día de la Sobrecapacidad de la Tierra (Earth Overshoot Day, en inglés), el momento en que la humanidad ha agotado su presupuesto anual ecológico. Lo preocupante es que esto ocurre en menos de 8 meses y 4 días antes que lo sucedido el año anterior.

“Este exceso ecológico es posible, por ahora, “porque la humanidad puede talar árboles a mayor velocidad que el tiempo que tardan en crecer, pescar más peces de los que los océanos pueden criar, o emitir más dióxido de carbono a la atmósfera de lo que los bosques y océanos pueden absorber”, explica la WWF, Fondo mundial para la naturaleza.

La huella de carbono es la parte más importante de este “exceso ecológico de demanda global”, y la que más sigue aumentando la brecha entre el consumo y la capacidad de la naturaleza para satisfacer esa demanda (biocapacidad).

En 2015, la absorción de gases de efecto invernadero requerirá el 85% de la biocapacidad del planeta. Según cálculos de la GFN (Global Footprint Network), se precisaría el doble de la biocapacidad actual de los bosques para absorber todo el carbono que emite la humanidad a la atmósfera.

Este CO2 proviene, por lo general, de la producción industrial, que permiten gran parte de las modernidades de los seres humanos, como los autos, el plástico de los objetos que usa en el hogar, e incluso la ropa hecha de materiales sintéticos como el poliéster.

“Entender nuestra demanda ecológica global nos permite estar preparados para el futuro. Si no revisamos lo que consumimos, desperdiciamos los recursos”, explica Michael Meacher, miembro del Parlamento británico y exministro del Ambiente de Reino Unido.

No es la única persona que ha sonado las alertas sobre el cambio climático, los países alistan su estrategia frente a la COP21 en París en diciembre, con el fin de lograr por primera vez un acuerdo vinculante sobre la reducción de emisiones, incluso se discute eliminar gradualmente los combustibles fósiles.

¿Qué se puede hacer? Si bien las grandes decisiones sobre el cambio climático dependen de los líderes reunidos en cumbres ambientales, los pequeños esfuerzos también suman. Para reducir su huella de carbono personal puede empezar con caminar más y usar menos el auto.

También se recomienda lavar con agua fría porque la caliente consume hasta 80% más de energía. Apague las luces y los monitores de las computadoras si no las utiliza.

Recicle el plástico, consuma vegetales y frutas cosechadas localmente y, en general, evite el desperdicio de alimentos y de agua. (I)

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