Seis recomendaciones para combatir el ruido
El ruido es un tipo de contaminación que se presenta a mayor escala en los grandes conglomerados urbanos, causa problemas de salud y altera las condiciones naturales de los ecosistemas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que el nivel máximo de contaminación sonora es de 85 decibelios en el día (8 horas continuas). Además del entorno urbano, esta situación también genera gran afectación a la vida silvestre (flora y fauna) en Ecuador.
En la población, el ruido muchas veces también es la causa de lesiones fisiológicas y psicológicas que suelen detectarse cuando el daño es irreversible.
Para motivar a los gobiernos y ciudadanía a tomar conciencia sobre los efectos nocivos de este contaminante ambiental, desde 1996 el último miércoles de abril de cada año se conmemora el Día internacional de concienciación sobre el ruido, campaña creada por el Center of Hearing and Communication (CHC).
Julián Pérez-Correa, docente investigador de la Universidad Espíritu Santo, explica que una de las especies afectadas por el ruido (y las vibraciones) son las aves que, en algunos casos, tienen que modificar completamente la frecuencia o intensidad de sus cantos, cambiar las notas dentro de los mismos o incluso modificar su ciclo biológico para cantar en horas donde hay menos ruido.
"Si no tuviesen esta capacidad (algunas especies no las tienen) existirían cambios muy grandes en cuanto a su comportamiento social e incluso su comportamiento reproductivo", puntualiza el experto.
Una prueba de ello es el confinamiento debido a la pandemia del covid-19. Y no es que haya más pájaros, sino que ahora se los puede escuchar cantar. El ruido altera su comportamiento y genera estrés.
Otro caso, según detalla Pérez-Correa, es el de las especies de flora que responden a las vibraciones y ruidos generando toxinas, incluso se ha identificado cambios en su morfología relacionados al estrés acústico.
Pero si bien es cierto que el ruido es una fuente de contaminación que altera los ciclos normales de la vida, tanto del ser humano como de la vida silvestre, sus características no son permanentes en el ambiente, es decir que se puede eliminar con la aplicación de buenas prácticas a nivel urbano, industrial y productivo, mitigando de forma paulatina los impactos negativos al ambiente y a la salud humana.
"La ventaja del ruido, generalmente, es que se trata de un impacto puntual y no permanente. Una vez que se deje de hacer ruido es muy posible que la vida silvestre se recupere", recalca Pérez-Correa.
El experto también da algunas recomendaciones para combatir el ruido:
- Procure no hacer ruido, respete el derecho de los demás a estar en un ambiente tranquilo.
-No use la bocina del automóvil innecesariamente.
-Cuando escuche música o mire televisión en un lugar público, procure que el volumen no sea excesivo.
-No cierre las puertas bruscamente.
- Limite el uso de auriculares, puede afectar su salud.
-Evite el uso de lavadoras, secadoras, aspiradoras o licuadoras en horas de la noche. (I)