Fausto Eloy Basantes tiene un objetivo por delante. Quiere comprometerse con el país para lograr cambios sociales y políticos que contribuyan  al desarrollo.

Este joven quiteño, de 27 años, viajó en febrero de 2012 a Australia para estudiar una maestría en Riesgos naturales, la que cursó en la Australian National University. La  Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) le otorgó  una beca de 56 mil dólares.  

Ahora ya está en Ecuador. Trabaja en la Dirección Metropolitana de Gestión de Riesgos del Municipio de Quito. Realiza análisis para la preparación de la comunidad ante dessastres naturales.

Su meta es impulsar una cultura de prevención ante desastres naturales. “En nuestro país existen varias amenazas latentes. En la actualidad no hemos sido víctimas de ellos. Sin embargo, debemos prepararnos”, explica. (Ver infografía ampliada)

Su inglés, aunque no tan fluido, fue mejorando hasta alcanzar un nivel más técnico de escritura y habla como lo sugería la institución universitaria. “Los profesores tienen la apertura para ayudar y dedicar más tiempo a los que teníamos inconvenientes con el idioma”, comenta.  

DATOS

La convocatoria de becas 2013está abierta y consta en la página web  de la Senescyt.  Contempla gastos de estudio,  alimentación, vivienda, servicios básicos y transporte.  

Requisitos: ser ecuatoriano/a. Tener título de tercer nivel. Carta de aceptación de la universidad y plan de estudios. No estar en mora con el sector público.

En Estados Unidos y Canadá las maestrías son financiadas hasta $ 103.040,48; doctorados hasta $ 217.649,76; y especialidades médicas hasta $ 50.454,24.

En Europa y Oceanía las maestrías son financiadas hasta $ 108.332,80; doctorados hasta $ 203.565,60; y especialidades médicas hasta $ 57.066,40. Para información: [email protected]Está feliz de regresar a Ecuador. “A mi país no lo cambio por nada” dice, mientras anuncia que seguirá capacitándose en temas relacionados a su profesión para servir a la gente ecuatoriana.

Según la Senescyt, desde el 2007 a 2013 han retornado 708 estudiantes. Esta institución ha entregado 5.990 becas a profesionales para estudiar en el exterior. El 55% de los becarios lo conforman hombres y el  45% mujeres.

Para Ximena Amoroso, subsecretaria general de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Senescyt, el programa de becas “ha sido uno de los más exitosos en la revolución estudiantil y el fortalecimiento humano”.

Explica que los datos sobre cambios positivos en la matriz productiva a raíz del retorno de los estudiantes pueden valorarse más adelante, a largo plazo.

Amoroso agrega que la intención de fortalecer el talento ecuatoriano está dirigido a satisfacer las demandas de la matriz productiva.

Debido a ello, el 82% de becarios aplica a estudios  en las ciencias duras, Medicina e Ingeniería, que son “demandas  para que todo  país pueda pasar de un proceso de materia prima a materia que se pueda exportar y que sea industrializada”.

Mientras que el 18% restante responde a estudiantes que aplican a ciencias sociales, arte y cultura. “No responden a la matriz de industrialización, pero sí a la cultura de un país. Son pilares fundamentales para un país megadiverso como el nuestro”, sostiene la académica.  

Amoroso expresa que tienen una agrupación de red de becarios con los datos de los estudiantes para crear un puente entre instituciones públicas, privadas, universitarias y de investigación que pretenden incorporar a sus líneas de trabajo, gente con Ph.D. y maestrías.     

Santiago Ampudia retornó al país a inicios de 2013, luego de terminar su maestría en Nanociencia y Nanotecnología en el Universidad de Barcelona.

De su formación académica en el exterior, afirmó que el nivel de estudios fue muy exigente, con profesores especializados en investigación. “Creo que me faltó tiempo para  aprovechar aún más los conocimientos que recibí”, asegura.

Santiago trabaja en la Dirección de Química Industrial en la Subsecretaría de Industrias Básicas del Ministerio de Industrias y Productividad, en la capital.

Aunque está bastante estable en su empleo, cuenta que  le gustaría realizar  trabajos de docencia y tener un negocio propio para desarrollar nuevos productos y aplicaciones nanotecnológicas para la industria y la vida diaria. “Tener una maestría en el exterior aporta muchísimo, porque vienes con otra visión y abres tu mundo y cabeza a un montón de opciones e ideas”, expresa Santiago.   

De acuerdo a la Senescyt, 49% de estudiantes elige becas en Europa, Asia y África; el 30% en Estados Unidos, Canadá y Oceanía, y 21% en América Latina y el Caribe. En el país, 65% de estudiantes aplica  a maestrías, 5% a estudios de pregrado y 24% a doctorados. Este es el caso de Lucía Dután, quien piensa estudiar un doctorado en la Universidad de Nottingham.

Hace un mes que volvió al país tras culminar su maestría en Tecnología de Células Madres, en el Reino Unido. Esta bióloga, graduada en la Universidad Católica, considera que “la tecnología de células madre y regeneración de tejidos es área investigada en el mundo por la posibilidad que ofrece en terapias regenerativas”.  

Tanto Lucía como Eloy y Santiago son una muestra de los beneficiados por el programa de becas de la Senescyt, cuya inversión desde 2007 hasta septiembre de este año alcanza los 578 millones de dólares.

En este monto no están incluidas las becas entregadas dentro del país. Mientras que en 2014 se espera entregar 2.000 becas más.