Según datos de la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), de los 2’174.206 títulos de educación superior registrados en el sistema hasta mayo de 2019, 11.775 fueron costeados por medio de becas otorgadas por ese organismo.
De ese número, el 46% siguió una carrera de pregrado, el 26% de posgrado, el 24% avanzó hasta el doctorado o PhD y solo el 4% estudió carreras en especialidades médicas.

Sin embargo, este grupo de estudiantes, a diferencia de los autofinanciados, tuvieron como país de preferencia para su formación al Reino Unido con el 14,8%, seguido por el 14,5% de alumnos que estudió en España y el 12,6% en Canadá.

El país latinoamericano que acogió a más becarios ecuatorianos fue Chile con el 3,7%, seguido de Brasil con el 3,10% y Honduras con el 2,9% del total de registros.

Uno de ellos es Luis Achig, quien después de estudiar en una universidad privada del Ecuador, logró una beca para estudiar en Chile, en la Universidad del Mar, en la maestría en Relaciones Internacionales con mención en Medio Ambiente.

Según este joven de 28 años, una maestría fortalece, ampliaría y actualiza los conocimientos que recibió en pregrado, “pero lastimosamente en el país no hay una maestría en mi rama y mucho menos la que ahora sigo”, explicó.

Esta es, a su parecer, una de las trabas que viven muchos jóvenes en Ecuador: no contar con una amplia gama de especializaciones a escoger.
En ello coincidió Mariela Reinoso, becaria en la Universidad Complutense de Madrid-España. Incluso indicó que la falta de oferta académica en el Ecuador produce la fuga de cerebros y capitales a países desarrollados.

“Un estudiante que sale por cinco o seis años tiene oportunidades de quedarse a trabajar y residir en ese país”, destacó.

Achig agregó que la universidad y maestría que sigue, aportará en prestigio y renombre a su título. “Es una de las universidades de excelencia. La educación es buena y creo que podré demostrar que mi formación ha sido la adecuada”, dijo.

Por su parte, Reinoso pidió que el Estado intervenga en todo nivel de educación para fortalecerla, crear nuevas ramas de conocimiento y reducir los costos de educación superior.

Consideró que solo así se reduciría la fuga de cerebros y de dinero, “además que creamos más profesionales y apostamos al desarrollo científico en el Ecuador”.

Actualmente el Estado ecuatoriano desembolsa recursos para la formación de 2.118 alumnos que aún no concluyen sus estudios. Las provincias con más estudiantes que reciben beca para estudios fuera del país son Pichincha (37,7%), Guayas (11,4%) y Azuay (7,4%). (I)