En Tulcán, ciudad de la frontera norte de Ecuador, llamó la atención de la población el anuncio de que una cooperativa de taxis (conformada solo por mujeres) comience a ofertar este servicio de transporte.

Se trata de  una agrupación de 15 mujeres que buscan ganarse la vida en una actividad que, en la zona, ha sido llevada a cabo por varones. Pero este hecho también está atravezado por aspectos del desempleo y de género.

En opinión de un taxista que prefirió reservar su nombre, no cree que las demás cooperativas estén dispuestas a dejar que se cree otra entidad que oferte el servicio para una ciudad de 47.000 habitantes. En la urbe existen cuatro empresas que están establecidas en la localidad. Para estas, el servicio está saturado debido a la excesiva cantidad de taxis para una ciudad pequeña.

Al preguntársele si existe machismo también en este ambiente negativo hacia la iniciativa, él argumenta, parcamente: “Puede ser. Aunque también hay un problema de desempleo en la ciudad y de financiamiento al comprar un automóvil. La gente piensa que uno se sienta a manejar y se hace la plata. No es así”, opina.

Sin embargo, la pre asociación de taxis convencionales de mujeres “Manuelita Espejo”, agrupación que busca un espacio en esta actividad del transporte, no quieren pronunciarse abiertamente del tema.

“Usted sabe. Hay machismo”, alcanzó a decir Jaqueline Portilla, representante de esta organización, en una corta entrevista telefónica. Al tiempo que no quiere que se haga más polémica del tema.

Según estudios del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) en la provincia, las actividades que generan una actividad económica importante se enfocan a la fabricación de prendas de vestir, elaboración de productos de panadería, venta al por menor de alimentos, bebidas y tabaco, actividades de restaurantes y servicios móviles de comida, telecomunicaciones, fabricación de otros artículos del papel y cartón, fabricación de instrumentos y materiales médicos y odontológicos, fabricación de productos primarios de metales, preciosos y metales no ferrosos.

Otros estudios del mismo organismo apuntan a que la diferencia   salarial entre hombres y mujeres alcanza un 24,8%. Mientras que el número de mujeres desocupadas en el país asciende al 52,29% de la Población Económicamente Activa (PEA). Entre los varones el  nivel de desempleo, al 2011, llegó a 47,71%.

Por otra parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 23 países determinó que los hombres todavía ganan  un 26% más de salario  que las mujeres en trabajos de similares condiciones.

En palabras de María Enríquez, integrante de la pre asociación, las 15 mujeres emprendedoras de este proyecto esperan tener luz verde para esta iniciativa. Ella confía en que los organismos estatales sigan dando importancia a la paridad de género. Una muestra de ello es son las mujeres que están al frente de varios ministerios y otras dependencias de importancia nacional y local.

Para la ciudadanía el tema es analizado en ambas perspectivas: la de si esta pequeña ciudad de 3,749.6 Km2. aún puede albergar más taxis y el también ser conscientes del machismo de una población conservadora.

“Hay pros y contras. Sería innovador que exista un servicio por parte de las mujeres. Son más educadas. Aunque también manejan lento. Pero por otro lado también hay que cuidar el tema de la violencia en cuanto a los asaltos o violaciones hacia ellas. Incluso, como que a uno le daría vergüenza decirle a una mujer que me lleve a un motel o a otros lados (en referencia a nigth clubs)”, afirma Lenin Franco, estudiante universitario.