La unión legal homosexual en Ecuador
La definición de matrimonio igualitario es el enlace de dos personas a una institución social y legal, creando una sociedad conyugal, a través de cuyo compromiso se constituye una familia de diversidad. En lo civil esto ha sido rechazado en la historia, hasta ser considerado incluso un crimen desde el punto de vista legal. El término “igualitario” proviene de los conceptos de justicia y equidad para otorgar derechos de cónyuge a la unión de dos personas, independientemente de su género, color, raza y sexualidad. No va a corromper una tradición ni separará un matrimonio heterosexual. Su misión es respetar un amor entre dos personas social y jurídicamente.
Muchos dicen, ¿por qué buscamos el matrimonio igualitario? Porque nosotros, la comunidad LGBTI no lo tenemos. Aquí en Ecuador, en la práctica, en una unión de hecho homosexual, no se nos trata con respeto y tampoco nos ven como una pareja con una relación de compromiso, de evolución y se nos impide reconocernos como casados. Sentimos el rechazo en las notarías donde se nos burlan al buscar información y mucho peor al legalizar nuestra unión de hecho, que para ellos no significa más que una sociedad de bienes, en la que el propósito es proteger la orden patrimonial y no reconocer la sociedad conyugal.
Estamos perdiendo, además de ese concepto, un respeto y dignidad para nosotros mismos como seres humanos. Para que en Ecuador se apruebe, se reconozca y se entienda el propósito del matrimonio igualitario, sobre todo que avance y sea parte de la inspiración que se está dando en Latinoamérica y mundialmente, lo que tenemos que hacer, en especial quienes pertenecemos a estos colectivos es ayudar a comprendernos, a invitar a la reflexión de lo que somos, de nuestra identidad, de nuestra orientación sexual y que esta no nos define del todo.
La lucha para la aprobación del matrimonio igualitario no se trata para seguir una “cultura pop”. Es un acto humano que se lo hace con esfuerzo y valentía para esperar de ello la otorgación a derechos legítimos y respeto a las personas LGBTI. Yo anhelo y aspiro a algún día no sentirme excluido al derecho del matrimonio en Ecuador, y poder decir: “Estoy casado y él es mi esposo, crearemos una familia juntos” y que esta será respetada frente a los ecuatorianos, en mi propio país.
Estoy muy seguro de que muchos se podrán identificar con este sueño.