La tesis ya no será única opción para titularse
Una de las reformas que plantea el tercer borrador del Reglamento de Régimen Académico -normativa que regula los principales procesos de las Instituciones de Educación Superior (IES)- consiste en que los trabajos de titulación no se conviertan en un impedimento para que el estudiante obtenga su título. Así lo afirmó Enrique Santos, miembro académico del Consejo de Educación Superior (CES).
“Las tasas de titulación son muy bajas. Van del tres al 14%, es decir, que de cada 100 estudiantes que ingresaron a primer semestre solo de tres a 14 (dependiendo del nivel y tipo de carrera) logran titularse. Eso es un desperdicio social terrible”, anotó Santos.
“Las universidades deben generar un trabajo de titulación que esté a la altura de los conocimientos”Este es el caso de Nathalie Cruz, de 24 años, que aún no puede graduarse por los inconvenientes que ha tenido para presentar su tesis en una universidad privada. “Me aprobaron mi plan de tesis en junio de 2011 y me demoré un año en concluir este trabajo con mi compañera. Me asignaron un lector que recién en noviembre de 2012 entregó las correcciones. De nuevo entregamos la tesis ya corregida en enero del presente año y nos la devolvieron un mes después para las correcciones finales, pero cuando fuimos a entregar nuestra investigación por última vez nos dijeron que teníamos que seguir un curso de actualización”, narró la estudiante.
Quienes no se han graduado luego de dos años de egresados deben recibir este tipo de nivelaciones; sin embargo, Nathalie asegura que aún no es profesional no por su irresponsabilidad, sino por la lentitud de la universidad en atender sus solicitudes para obtener su título de Licenciada en Comunicación Social.
“El problema de la tesis radica en el abandono al salir de la universidad y en que la presión que existía en clases ya no está, por lo que una se desobliga del asunto. En todo caso, si no hubiese tesis y tuviera que estudiar un semestre más, de seguro que todos se graduarían y pondrían empeño en terminar la carrera”, consideró la joven.
Se tiene previsto realizar en los próximos días un taller para debatir esta propuestaAl respecto, Enrique Santos explicó que las universidades deben generar un trabajo de titulación que esté a la altura de los conocimientos de los jóvenes. “Vamos a dar otras opciones para graduarse. Dependiendo de la carrera los estudiantes podrán hacer un ensayo, si son músicos podrían graduarse con la dirección de una ópera y en otros casos con la creación de un dispositivo tecnológico.
Otra alternativa es la incorporación de los exámenes de graduación, pero la idea es que el alumno demuestre lo que ha aprendido”, dijo la autoridad del CES.
Mientras que Napoleón Saltos, representante a la Asamblea del Sistema de Educación Superior (SES) de la Universidad Central del Ecuador (UCE), considera que debe conservarse la posibilidad de una tesis de pregrado, pero con un nivel más preciso, de acuerdo con la carrera. “Cualquiera que sea la modalidad de trabajo no puede reducirse a una práctica profesionalista. Tiene que estar ligada a un nivel de investigación, de creación de conocimiento”, aseguró el docente.
14 de cada 100 estudiantes (en promedio) que ingresan a la universidad obtienen su títuloEl artículo 19, literal C, del tercer borrador de esta normativa (aún no publicada) estipula: “El trabajo de titulación es un texto, dispositivo o producto artístico a través del cual se demuestra el manejo integral de los conocimientos adquiridos por los estudiantes a lo largo de sus estudios y que debe ser sometido a defensa pública, el cual solo podrá ser realizado cuando se haya completado el resto de créditos de la carrera, incluidos los de las prácticas preprofesionales. (...)”.
Sobre los créditos, el reglamento aprobado en el 2009 por el desaparecido Consejo Nacional de Educación Superior (Conesup) establece que cada uno está compuesto de 32 horas, de las cuales 16 son de clases y la otra mitad corresponde a actividades de aprendizaje autónomo (trabajo individual realizado por el estudiante).
No obstante, la propuesta del último borrador consiste en disminuir de 32 a 25 las horas, lo cual equivaldría a que los docentes dicten de 9 a 11 horas de clase.
Al respecto, Saltos señaló que lo complejo de esta reforma serán las modificaciones que tendrá el pénsum académico. “Desde la disposición de cambiar años por semestres ya hubo una limitación de créditos. Ahora se plantea un reajuste en relación a las clases presenciales y trabajo autónomo, lo cual permitirá que el pénsum sea más meditado, que las materias no necesarias salgan y así concentrarnos en lo fundamental”.
Por su parte, Santos indicó que el documento se encuentra en proceso de corrección gramatical y posteriormente pasará al departamento jurídico.
En las próximas semanas se tiene previsto el desarrollo de talleres regionales para recibir una última retroalimentación, mientras que el último debate se llevará a cabo a finales de este mes.