Entrevista / RICARDO SalA / director del colectivo por una política integral hacia las drogaS A.C.
La hoja de coca, el gran tema tras la marihuana
Sembrar, producir y fumar marihuana de forma personal y con fines lúdicos ya es legal en México. Así lo resolvió este martes la primera sala de la Suprema Corte de Justicia, en un fallo inédito sobre un tema polémico.
La sentencia no incluye el comercio, suministro y distribución, pero declara inconstitucionales 5 artículos de la Ley General de Salud (235, 237, 247 y 248). Beneficia únicamente a las 4 personas que tramitaron un amparo desde el año 2013 -Josefina Ricaño, Armando Santa Cruz, José Girault y Juan Torres Landa-, pero abre una vía para discusiones y cambios futuros.
Ricardo Sala, director del Colectivo por una Política Integral hacia las Drogas A. C. (www.cupihd.org), analiza para EL TELÉGRAFO la dimensión real del paso que da la justicia mexicana.
¿Cuál es la importancia de esta resolución?
Es un punto de inflexión; una decisión tomada en la cúpula del poder y el gobierno mexicano que va a cambiar a la opinión pública. Porque reconoce el derecho al libre desarrollo de la persona, usando los términos del ministro Arturo Saldívar, impulsor del proyecto, pero además porque no favorece los fines de lucro ni entrega el negocio a las farmacéuticas.
¿Qué alcance traería para el país?
Aunque este fallo alude solo a 4 personas, abre un camino y sienta un precedente importantísimo. Al declarar inconstitucional una parte de la Ley General de Salud, permite que se presenten iniciativas para reformas federales y locales en defensa del derecho a la provisión de marihuana para consumo personal, incluyendo también a los ‘clubes sociales de cannabis’ que ya se han desarrollado en España y algunos países de Sudamérica. Son una opción de autoconsumo que tiene grandes beneficios como frenar al mercado ilegal; promover el contacto entre instituciones y personas que usan cannabis; y permitir al gobierno obtener datos reales sobre el tema. Si se legalizara la marihuana, no bastaría con que fuera solo para consumo personal, tendría que permitirse también a nivel comercial para retirarle el lucro a los mercados ilícitos.
¿Cuáles serían sus beneficios?
Medidas como esta abren la posibilidad de regular más y mejor. Permiten que instituciones y sociedad tengan control sobre quién y qué se produce, de manera que se pueda garantizar la calidad del cannabis porque a veces hay plantas fumigadas con sustancias tóxicas o empacadas en bolsas de plástico que generan hongos perjudiciales para la salud. También permiten estudiar los daños reales que puede causar la marihuana y dejar atrás los daños imaginados por la moralina que ha guiado a las políticas de drogas por más de cien años. Es real que existen usos problemáticos, pero ahora vamos a poder estudiarlos, conocerlos y regularlos.
También se habla de supuesta promoción de negocios ilegales. ¿Qué tiene de cierto esto?
El negocio del crimen organizado que tanto daño ha producido a México no es la marihuana sino el tránsito de cocaína y la producción y tránsito de amapola y opio hacia Estados Unidos, como se ha visto en el caso Ayotzinapa. Esta sentencia es un primer paso, pero hay que tener paciencia. Debe provocarse una reflexión sobre las políticas de drogas que queremos, sin moralinas caducas ni discriminación a personas que usan drogas. Este es un buen precedente contra la criminalización de la juventud, ojalá se corresponda con prácticas judiciales menos abusivas.
Esto significará que aumente la violencia e inseguridad...
Hay mucho por hacer con el gobierno y la sociedad para reconstruir el tejido social en las zonas más afectadas por la violencia. Lugares donde reina la narcocultura y el máximo sueño de los jóvenes es ser narcotraficantes, tener una camioneta, armas, mujeres y una vida de riesgo; una vida apantallante donde no importa la vida misma. Esta sentencia es esperanzadora, una luz al final del túnel, porque integra los verdaderos valores de sociedad aunque falta mucho trabajo. Ojalá logremos que las familias hablen más para detener la violencia y salir de esta vida de ráfaga.
¿Qué sigue después de esto?
Crear mejores políticas e incidir en la opinión pública. Debe promoverse la reflexión sobre las drogas lícitas e ilícitas porque tienen usos sociales, terapéuticos, de todo tipo. Gobierno y sociedad deben atender esta realidad que siempre ha estado aquí. Y en el panorama internacional, donde el régimen de prohibición está dado por tres convenciones de Naciones Unidas, el próximo año se discutirán nuevamente esos tratados. México dio un paso adelante, está asumiendo una posición más liberal, y podría ser un ejemplo para hablar de otras drogas como la hoja de coca, que debería estar legalizada porque tiene beneficios medicinales, nutricionales e incluso puede ayudar a reducir el uso de cocaína, crack y otros productos más adictivos. Creo que la hoja de coca es el gran tema que debe venir después de la marihuana. (I)