Camilo (nombre protegido), de 38 años, antes de la pandemia ya tenía problemas para dormir, su médico controlaba la situación, pero con la pandemia su situación de insomnio empeoró.

Su conflicto para conciliar el sueño fue progresivo y actualmente apenas duerme, por lo que recibe medicación de un psiquiatra.

Según su testimonio, la falta de actividad física, el encierro y la preocupación de lo que pueda pasar fueron los detonantes para su situación, que ha empeorado.

“Me siento molesto todo el tiempo, mi relación con mis hijas y mi esposa se fueron deteriorando. Eso me preocupa, por ello decidí acudir a un experto”.

A ello se suma el cambio de horario, que afectó la convivencia de las personas debido a la situación de confinamiento por el covid-19.

Esta nueva dinámica, según la psicóloga clínica Graciela Ramírez, impacta de gran manera en la salud mental de las personas.

Explica que desde la medida de aislamiento social, el  pasar las 24 horas en casa con la familia generó tensión, a esto se suma que la pandemia cambió la situación económica de un grupo importante de la sociedad, lo que afectó la vida entre familias.

Para la experta, estos son antecedentes que pueden desembocar en traumas y violencia, puesto que existiría  tensión acumulada.

“Son formas inadecuadas de transformar esa tensión, lo que puede causar trastornos complejos en las familias”, indicó la psicóloga.

Ramírez, quien es experta en tratar temas de violencia, asegura que existe un incremento de este problema social, que en esta emergencia ha recrudecido.

Al interior del hogar–añadió– el tiempo de trabajo online ha generado desgaste en los adultos.

La especialista revela que en sus consultas, ha tenido casos de situaciones emocionales cuyos síntomas han recrudecido.

Incluso dice que algunos de sus pacientes necesitaron remisión a psiquiatría, medicación, puesto que incrementaron sus crisis de ansiedad, depresión, violencia.

Para Ramírez, viene una  ola  de afectaciones a la salud mental, situación a la cual no se le está dando la atención requerida.

Considera que, debido a la situación económica, no se invertirá en salud mental y por ello no tiene duda en señalar que el país vivirá una emergencia en este aspecto.

“Aumentaron los pensamientos suicidas, los intentos automáticos, la automedicación para salud mental. La gente está al borde de sus recursos psicológicos y cuando nos pasamos inician los problemas, las patologías, trastornos, etc.”.

El encierro afectó drásticamente a Irene (nombre protegido). Antes de la pandemia tenía un cuadro de depresión que estaba tratando.

El aislamiento provocó que viviera sola. En un principio la situación parecía normal, pero con el paso de los días, dejó de visitar a su médico. Los ataques de ansiedad se incrementaron, terminó con su pareja, no podía dormir, su depresión se incrementó y las ideas suicidas afloraron.

Rommel Artieda, presidente de la Asociación Ecuatoriana de Psiquiatría, señaló que tras el confinamiento surgirán casos de estrés postraumático, que surgen siempre después de una fuerte crisis, calamidad o desgracia.

“El estrés postraumático se caracteriza por dificultades de concentración, preocupaciones y, sobre todo, por síntomas de flashback que desbordarían en una crisis”.

El experto dijo que es necesario trabajar en la prevención y educación de la población. Recomendó que se debe habilitar equipos de salud mental en todo el sistema de salud, además de especializar en posgrados a médicos y abrir más plazas de trabajo.

“Tiene que existir una oferta de clínicas especializadas con servicios de salud mental, donde se realice prevención y tratamiento”, expresó a este diario. (I)

OMS advierte mayor número de trastornos psicológicos
Dévora Kestel, directora del Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la  Organización Mundial de la Salud (OMS), alertó que “la situación actual, con aislamiento, miedo, incertidumbre y crisis económica, puede causar trastornos psicológicos”.

La OMS considera que  probablemente se produzca un aumento, a largo plazo, del número y la severidad de los problemas de salud mental, debido al sufrimiento inmenso de cientos de millones de personas y los costos económicos y sociales  para la población”.

El organismo mundial insta a los países a no desatender esta situación, estudiar las necesidades de los sectores y garantizar el apoyo psicológico, como parte de los servicios esenciales. (I)