¿Cuál es el estado de la salud mental en Ecuador?
Presión en el pecho, dificultad para respirar, sudoración, problemas estomacales y dolores de cabeza constantes eran los síntomas de Cecilia F., de 40 años, divorciada. Su matrimonio se derrumbó cuando su esposo se quedó sin empleo hace dos años.
Ella recurrió a tres médicos, en tres hospitales distintos de la capital, pero no dieron con el diagnóstico. Los resultados de los exámenes estaban en los parámetros normales. “Me recomendaron ir al psicólogo. Pensé que era imposible enfermarse por problemas emocionales”, cuenta la madre de tres niños.
Cecilia tiene ansiedad y principios de depresión. Asiste a psicoterapia dos veces por semana.
Verónica Vernimmen, psiquiatra especialista en Tratamiento de Adicciones, señala que “una separación, la muerte de un familiar o haber sido víctima de un delito sexual pueden desencadenar trastornos del estado de ánimo”.
Antes se tildaba de “locos” a quienes tenían trastornos mentales e incluso se los exorcizaba, se los encerraba y aislaba. Hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica a esos trastornos como “la combinación de alteraciones del pensamiento, la percepción, las emociones, la conducta y las relaciones con los demás”.
Así, poco a poco, el mundo acepta que no solo son trastornos mentales la esquizofrenia, la bipolaridad y la demencia, sino también la depresión, la ansiedad, las discapacidades intelectuales, entre otros.
La OMS habla hace años del precepto: “Sin salud mental no hay salud”, para resaltar la importancia de tratar los problemas mentales. El organismo señala que “la salud mental es un estado de bienestar en el que la persona realiza sus capacidades y es capaz de hacer frente al estrés normal de la vida, de trabajar de forma productiva y contribuir con su comunidad”.
¿Cómo está la salud mental de los ecuatorianos? Según el Ministerio de Salud Pública (MSP), en enero de 2018 se atendieron 42.823 casos. La mayoría, con trastornos: afectivos, neuróticos y de estrés. Es decir, el país va con la tendencia mundial, pues la OMS estima que 300 millones de personas están deprimidas.
David Jaramillo, psicólogo especializado en Intervención, Asesoría y Terapia Familiar Sistémica, advierte que los ecuatorianos llevamos un ritmo de vida acelerado, con padres y madres que trabajan.
Para él, si no hay estabilidad en el hogar se altera la salud mental y la productividad en el campo laboral. “El alto índice de divorcios genera depresión”. El profesional afirma que las medidas económicas y los anuncios del cierre de empresas públicas sí ocasionan ansiedad en sus pacientes.
Con él concuerda la Doctora en Psicología Jurídica, Alexandra Bonilla. “Por la crisis y la falta de empleo para mayores de 40 años, los ecuatorianos son susceptibles de caer en depresión”.
Otro especialista, Rodolfo Cabrera, coach de vida hace 20 años, dice que los ecuatorianos debemos cambiar nuestra visión y no quejarnos tanto para estabilizar la salud mental. “Vivimos en un país tan rico que no nos esforzamos y si el Gobierno nos regala cosas nos volvemos vagos”. El quiteño asegura que la mayoría de personas que trata sufren de miedo y depresión.
En los consultorios particulares, el costo por una sesión oscila entre $ 40 y $ 80. Mientras en los 743 centros de salud pública los tratamientos psicológicos y psiquiátricos son gratuitos.
La atención de la Salud Mental en Ecuador ha cambiado. En 2013, el MSP inició el “Proyecto, Creación e Implementación de Servicios de la Red de Salud Mental Comunitaria y Centros Estatales de Recuperación de Adicciones”.
Como parte de esa iniciativa se reorganizó la forma de afrontar las afecciones de la mente. Por ejemplo, es prioritaria la atención y prevención de adicciones al alcohol y otras drogas. En 2017 se trataron de forma ambulatoria 113.461 casos.
Uno de los cambios más notorios se dio en el Centro de Atención Ambulatoria Especializado San Lázaro, que fue fundado hace 233 años. Este lugar ya no tiene servicio de estancia permanente. Ahora está abierto a la comunidad con terapias ocupacionales, odontología, medicina, emergencias, grupos de apoyo y asesoría para las familias. Allí se atiende un promedio de 200 personas cada día.
Hoy Cecilia lleva seis meses en la psicoterapia. Ya no presenta ninguno de los síntomas que la aquejaban. Consiguió dos empleos y la relación con sus hijos mejoró.
Estudios
→ Dónde estudiar psiquiatría. De acuerdo con las cifras de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt), la especialización de Psiquiatría se puede seguir en la Universidad Central en Quito y en la Universidad de Guayaquil.
→ 32 jóvenes se especializan al momento en Psiquiatría en Quito y Guayaquil, según la Senescyt.
→ No es una carrera atractiva. Gonzalo Mantilla, decano de Ciencias de la Salud de la USFQ, dice que el área de Ciencias del Comportamiento no está bien enfocada en las escuelas de medicina lo cual desmotiva a los estudiantes. (I)