La bicicleta es una medicina sobre 2 ruedas
El doctor Marco Subía, médico internista, sostiene que andar en bicicleta genera varios beneficios a la salud de las personas. Subía enfatiza que “quien monta en bicicleta, regularmente, se ahorra visitas al médico, medicamentos y tratamientos muy costosos”.
Las personas que sufren las típicas molestias de dolor de espalda, sobrepeso y otras enfermedades cardiovasculares podrían gozar de muchos años de buena salud si se decidieran a usar más la bicicleta.
Subía afirmó que “una actividad equilibrada, como es ir en bicicleta, reduce el riesgo de infarto en más del 50%, debido a que el ritmo cardíaco aumenta y la presión baja, el corazón trabaja economizando”.
El profesional explicó que al practicar este deporte se reduce el colesterol negativo, el cual es responsable de la calcificación de los vasos sanguíneos. En cambio, la cantidad de colesterol positivo, responsable de la protección de los vasos sanguíneos, aumenta. En consecuencia, los vasos sanguíneos aumentan su flexibilidad, la sedimentación de la placa aparece con menos frecuencia y disminuye el riesgo de una calcificación de las arterias o taponamiento.
El médico afirma que la práctica del ciclismo repercute de manera positiva en el sistema inmunológico. “El cuerpo de los ciclistas desprende compuestos químicos que mejoran el estado de ánimo y hacen que se produzca una situación de bienestar. Los fagocitos, las células devoradoras de bacterias del cuerpo humano, son movilizadas de manera inmediata a través del pedaleo para aniquilar bacterias y células cancerígenas”.
El especialista sostuvo que solo 10 minutos de pedaleo ya repercuten en la musculatura, el riego sanguíneo y las articulaciones. A partir de 30 minutos aparecen influencias positivas en las funciones del corazón, y a partir de 50 minutos es estimulado el metabolismo graso. Los ciclistas habituales pueden intensificar notablemente esos resultados si practican este deporte con constancia durante su tiempo libre.