'Killary' fue el primer cóndor que voló libre
Los primeros datos del seguimiento a los tres cóndores nacidos bajo cuidado humano y liberados el último viernes, en Ibarra, mostraron que ‘Killary’ fue la primera en volar.
Juan Manuel Carrión, director del Zoológico de Quito e integrante del Grupo Cóndor, indicó que la hembra de cuatro años abrió sus alas y viajó (1 kilómetro).
Lo hizo al mediodía del sábado 26 de noviembre, alentada por una pareja de cóndores silvestres que llegó al sector donde permanecen las aves.
Desde la liberación, Max Araujo, técnico de la Fundación Zoológica de Ecuador, permanece en la casa comunal de Zuleta, ubicada a 30 minutos del páramo, donde soltaron a las especies.
Él, junto a cinco voluntarios, vigilan el comportamiento de los cóndores. Según Araujo, es normal que las aves aún no se arriesguen a planear. “Hay que tener en cuenta que nunca lo han hecho antes, para ellos todo es nuevo. Nosotros estaremos vigilantes de su inserción en la naturaleza”.
Araujo ha participado en varias liberaciones de cóndores nacidos bajo cuidado humano en Argentina. Desde su experiencia, indicó que la libertad de las aves no es el final de un proceso, sino el inicio de una nueva etapa, que despierta muchas expectativas e incertidumbres. Ningún técnico -indica- puede anticipar ni controlar cómo será la respuesta de estos animales a las condiciones que les tocará enfrentar al vivir en la naturaleza.
“Confiamos en su poder de adaptación, pero también estaremos alerta para intervenir en el caso de que requieran nuestra ayuda. Los soltamos con bandas alares y rastreadores satelitales que permitirán saber siempre en dónde se encuentran y en qué condiciones están”.
Actualmente, los cóndores aún cuentan con comida. El día de la liberación se colocó el cadáver de un ternero. De acuerdo con Carrión, un ternero basta para que las tres aves se alimenten. “En estado silvestre un cóndor que come bien puede pasar hasta cinco o seis días sin consumir nada”.
Al momento surcan los cielos ecuatorianos 11 de los 12 cóndores marcados, pues el primero de este grupo, ‘Felipe’, fue asesinado por un cazador. Nueve cuentan con un rastreador satelital.
Los programas de reproducción de cóndores andinos bajo cuidado humano arrancaron en el Zoológico de Quito, en Guayllabamba. La pareja que permanece en exhibición al público -‘Auki’ (macho) y ‘Kawsay’ (hembra)- han dejado descendencia en seis ocasiones.
Las cuatro primeras crías que dicha pareja tuvo fueron enviadas a otros centros de manejo de cóndores andinos. La idea fue conformar, con base en exámenes genéticos que se realizaron a toda la población ex situ, potenciales parejas reproductivas. De esa forma se busca repoblar los Andes con esta especie que continúa en peligro de extinción.
Actualmente, el Ministerio del Ambiente maneja un programa de conservación para las especies emblemáticas que habitan en el país. Una de ellas es el cóndor. (I)