Un equipo de investigadores en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (EE.UU.) ha identificado un compuesto que priva a ciertas células cancerosas de glucosa, su fuente de energía, informó la revista Science Translational Medicine.
La quimioterapia puede ser penosa para los pacientes con cáncer, en parte porque los compuestos utilizados no distinguen entre lo que es tejido canceroso y lo que no lo es. Los compuestos químicos atacan a todas las células que se dividen y multiplican rápidamente, tanto las del cáncer como las de la sangre y las que hacen crecer el cabello.
"Nuestro estudio demuestra la posibilidad de inhibir selectivamente la capacidad de las células cancerosas para hacer glucosa, y esa es una forma muy potente de matar a esas células", dijo el autor principal del estudio, Amato Giaccia, profesor y director de oncología en Stanford.
Los investigadores centraron su estudio en la forma más común de cáncer de riñón en los adultos, el carcinoma de célula renal, que representa casi el 2 por ciento de todos los cánceres en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Ese cáncer resiste las quimioterapias típicas y a menudo a los pacientes hay que extirparles el riñón afectado. Casi el 90 por ciento de estos cánceres son portadores de una mutación genética que causa un crecimiento celular descontrolado.
"La mayoría de los tejidos normales en el cuerpo no posee esta mutación, de manera que un compuesto que apunte a ese punto vulnerable sería muy específico para las células del cáncer", señaló Giaccia.
Con la ayuda del Centro de Alto Rendimiento en Biociencias de Stanford, el equipo probó más de 64.000 compuestos químicos sintéticos en las células de tumor que tienen esa mutación y observó indicios de la muerte de las células.
El análisis resultó en dos compuestos candidatos, uno de los cuales identificado como STF-62247 por Giaccia en 2008, ha pasado ahora a las pruebas preclínicas.
El otro, denominado STF-31 y al cual se refiere el estudio actual, mata las células de una manera diferente, de manera que una combinación de los dos compuestos permitiría un ataque desde varios puntos.
La mayoría de los carcinomas de célula renal produce energía mediante un proceso bioquímico llamado glicólisis aeróbica, algo que las células sanas no requieren. El proceso depende de la capacidad de la célula para producir glucosa a partir de su ambiente.
Las células a las cuales los científicos le han puesto la mira dependen altamente del transporte de glucosa para la producción de energía y el compuesto las priva de ella.
Los carcinomas de célula renal no son los únicos cánceres que devoran glucosa y muchos cánceres aceleran su consumo de este elemento, un hecho que los médicos aprovechan para observar y vigilar el cáncer en pacientes vivos. EFE
Un equipo de investigadores en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (EE.UU.) ha identificado un compuesto que priva a ciertas células cancerosas de glucosa, su fuente de energía, informó la revista Science Translational Medicine.
La quimioterapia puede ser penosa para los pacientes con cáncer, en parte porque los compuestos utilizados no distinguen entre lo que es tejido canceroso y lo que no lo es. Los compuestos químicos atacan a todas las células que se dividen y multiplican rápidamente, tanto las del cáncer como las de la sangre y las que hacen crecer el cabello.
"Nuestro estudio demuestra la posibilidad de inhibir selectivamente la capacidad de las células cancerosas para hacer glucosa, y esa es una forma muy potente de matar a esas células", dijo el autor principal del estudio, Amato Giaccia, profesor y director de oncología en Stanford.
Los investigadores centraron su estudio en la forma más común de cáncer de riñón en los adultos, el carcinoma de célula renal, que representa casi el 2 por ciento de todos los cánceres en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Ese cáncer resiste las quimioterapias típicas y a menudo a los pacientes hay que extirparles el riñón afectado. Casi el 90 por ciento de estos cánceres son portadores de una mutación genética que causa un crecimiento celular descontrolado.
"La mayoría de los tejidos normales en el cuerpo no posee esta mutación, de manera que un compuesto que apunte a ese punto vulnerable sería muy específico para las células del cáncer", señaló Giaccia.
Con la ayuda del Centro de Alto Rendimiento en Biociencias de Stanford, el equipo probó más de 64.000 compuestos químicos sintéticos en las células de tumor que tienen esa mutación y observó indicios de la muerte de las células.
El análisis resultó en dos compuestos candidatos, uno de los cuales identificado como STF-62247 por Giaccia en 2008, ha pasado ahora a las pruebas preclínicas.
El otro, denominado STF-31 y al cual se refiere el estudio actual, mata las células de una manera diferente, de manera que una combinación de los dos compuestos permitiría un ataque desde varios puntos.
La mayoría de los carcinomas de célula renal produce energía mediante un proceso bioquímico llamado glicólisis aeróbica, algo que las células sanas no requieren. El proceso depende de la capacidad de la célula para producir glucosa a partir de su ambiente.
Las células a las cuales los científicos le han puesto la mira dependen altamente del transporte de glucosa para la producción de energía y el compuesto las priva de ella.
Los carcinomas de célula renal no son los únicos cánceres que devoran glucosa y muchos cánceres aceleran su consumo de este elemento, un hecho que los médicos aprovechan para observar y vigilar el cáncer en pacientes vivos. EFE
Un equipo de investigadores en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (EE.UU.) ha identificado un compuesto que priva a ciertas células cancerosas de glucosa, su fuente de energía, informó la revista Science Translational Medicine.
La quimioterapia puede ser penosa para los pacientes con cáncer, en parte porque los compuestos utilizados no distinguen entre lo que es tejido canceroso y lo que no lo es. Los compuestos químicos atacan a todas las células que se dividen y multiplican rápidamente, tanto las del cáncer como las de la sangre y las que hacen crecer el cabello.
"Nuestro estudio demuestra la posibilidad de inhibir selectivamente la capacidad de las células cancerosas para hacer glucosa, y esa es una forma muy potente de matar a esas células", dijo el autor principal del estudio, Amato Giaccia, profesor y director de oncología en Stanford.
Los investigadores centraron su estudio en la forma más común de cáncer de riñón en los adultos, el carcinoma de célula renal, que representa casi el 2 por ciento de todos los cánceres en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Ese cáncer resiste las quimioterapias típicas y a menudo a los pacientes hay que extirparles el riñón afectado. Casi el 90 por ciento de estos cánceres son portadores de una mutación genética que causa un crecimiento celular descontrolado.
"La mayoría de los tejidos normales en el cuerpo no posee esta mutación, de manera que un compuesto que apunte a ese punto vulnerable sería muy específico para las células del cáncer", señaló Giaccia.
Con la ayuda del Centro de Alto Rendimiento en Biociencias de Stanford, el equipo probó más de 64.000 compuestos químicos sintéticos en las células de tumor que tienen esa mutación y observó indicios de la muerte de las células.
El análisis resultó en dos compuestos candidatos, uno de los cuales identificado como STF-62247 por Giaccia en 2008, ha pasado ahora a las pruebas preclínicas.
El otro, denominado STF-31 y al cual se refiere el estudio actual, mata las células de una manera diferente, de manera que una combinación de los dos compuestos permitiría un ataque desde varios puntos.
La mayoría de los carcinomas de célula renal produce energía mediante un proceso bioquímico llamado glicólisis aeróbica, algo que las células sanas no requieren. El proceso depende de la capacidad de la célula para producir glucosa a partir de su ambiente.
Las células a las cuales los científicos le han puesto la mira dependen altamente del transporte de glucosa para la producción de energía y el compuesto las priva de ella.
Los carcinomas de célula renal no son los únicos cánceres que devoran glucosa y muchos cánceres aceleran su consumo de este elemento, un hecho que los médicos aprovechan para observar y vigilar el cáncer en pacientes vivos. EFE