Un chequeo eficaz evita incendios vehiculares
Jorge Rivera percibió el olor a quemado mientras conducía el bus de la línea 124-1 La Garzota por la avenida del Periodista frente al centro comercial Policentro, en el norte de Guayaquil.
Eran las 21:30 y el hombre ya realizaba su última vuelta antes de dirigirse a la estación de la cooperativa para dejar el vehículo.
Pero minutos después, al circular por la avenida Francisco de Orellana, a la altura de la ciudadela Kennedy Norte, comenzó a salir humo del motor.
En cuestión de segundos brotaron las llamas. En el bus iban varios pasajeros, los cuales alcanzaron a bajar antes de que el fuego se propagara.
El vehículo fue destruido por el fuego, solo quedó la carrocería humeante y ennegrecida por las llamas. Tres unidades del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG) acudieron para atender la emergencia.
Una vez sofocadas las llamas, Jorge relató que “se trató de un cortocircuito en el tablero. No me dio tiempo a nada, las llamas y la humareda se propagaron rápidamente”.
Este caso, ocurrido el martes 20 de noviembre de 2018, es uno de los 185 incendios vehiculares que, según cifras de los bomberos, se registraron en Guayaquil el año pasado, tanto en la vía pública como en propiedades privadas.
Los miembros de la casaca roja atendieron estos hechos en los que, por fortuna, no hubo víctimas que lamentar.
El total de casos de 2018 fue mayor al del año previo. Según las estadísticas del BCBG, de enero a diciembre de 2017 hubo 178 incendios vehiculares.
El BCBG aconsejó a los conductores mantener en buen estado sus vehículos, ya que muchas de las emergencias se producen debido a la falta de prevención y de chequeo de los automotores, tanto del motor como de la parte eléctrica.
“Hay mangueras que pueden estar tostadas por la alta temperatura del motor, entonces es posible que se presente alguna fuga”, explicó Santiago Peña, director de Gestión de Riesgos del Cuerpo de Bomberos.
Factores de riesgo
A veces los dueños de los vehículos no revisan el sistema eléctrico y utilizan cables o instalaciones que no son apropiados, lo que puede originar este tipo de percance.
También ocurre en muchas ocasiones que los bornes de la batería, tanto negativos como positivos, hacen contacto con la carrocería.
Esto puede generar chispas que funcionan como fuente de ignición.
Humberto Zambrano, jefe de taller de la agencia vía a Daule de la empresa Frenoseguro, recalcó la impor-tancia de efectuar el man- tenimiento preventivo del motor.
Cuando se efectúan las revisiones cada 5 mil kilómetros -indicó Zambrano- la persona que lo hace debe advertirle al cliente si percibe algo anormal, como alguna fuga de aceite que pueda llegar a ocasionar un incendio.
Según el experto, es importante hacer las revisiones en un lugar donde se tenga la capacidad de detectar fallas en el motor.
Conexiones empíricas
Otro factor de riesgo son las conexiones empíricas, lo que hace más factible que se inflamen los cables cuando existe un recalentamiento.
Peña, del cuerpo de bomberos, mencionó que “no se revisan los sistemas eléctricos, se usan cables e instalaciones no apropiados y aquello origina percances”.
El oficial recomendó que si se produce un incendio en el vehículo debe llamarse de inmediato a los bomberos.
“Es importante cargar siempre un extintor. El recomendable es el PQS, que es un polvo químico multipropósito y que se utiliza para este tipo de emergencia”.
Según el jefe bomberil, lo aconsejable es uno de 5 a 10 libras, dependiendo del modelo del vehículo.
“No voy a llevar uno de 5 libras en un bus; ahí se necesitan dos de 10 libras. Eso es lo que queremos fomentar, la educación y la prevención para reducir este tipo de hechos”, manifestó. (I)