Fernando Altamirano tiene 32 años y se considera un fanático de las tecnologías y de las conexiones inalámbricas. Esa afición es la que le ha permitido consolidar su fuente de empleo en Ecuador.

En mayo de 2009, logró implementar la Empresa Multiservicios Internacional. Un organismo especializado en el sector de instalaciones eléctricas industriales, civiles y cuadros eléctricos.

Fernando dice que su proyecto cuenta con una plataforma italiana, la demanda del servicio es alta, incluso  fue contratado para capacitar al personal de las Fuerzas Armadas, en el cordón fronterizo del Batallón 69 Malvinas.

También inició un curso en Chimborazo para crear un taller de mantenimiento eléctrico para los militares. Fernando financió este proyecto con recursos del Fondo Cucayo, que otorga préstamos administrados por la Secretaría Nacional del Migrante (Senami). 

Se trata de un fondo concursable dirigido a migrantes que volvieron al país e iniciaron sus  proyectos, motivados, especialmente, por la crisis financiera de Europa. 

Fernando invirtió $ 50.000 en su empresa y obtuvo un préstamos de $ 14.047  del Fondo Cucayo. La Senami convoca a un concurso público, el de este año finalizará el último día de mayo.

Reciben las propuestas y seleccionan los proyectos que serán financiados: “A los ganadores se les entrega un fondo semilla no reembolsable y se les asigna ayuda técnica para acompañar su negocio”, explica Francisco Hagó, titular de la Senami.

Este apoyo se ha aplicado en las zonas urbanas y rurales de  Manabí, Cotopaxi, Cuenca, Loja, Quito, Los Ríos, entre otros sectores.

En 2009 ingresaron 295 proyectos de negocio, pero se aprobaron 133 iniciativas. Los emprendedores generaron 730 empleos con sus ideas. En  2010 se ejecutaron más de 550 empleos y en 2011, la demanda disminuyó a 37.

Mientras que en este año -hasta marzo- se han apoyado 15 proyectos. Pero dependiendo del plan se entregan desde 1.500 dólares y en caso de asociaciones y proyectos comunitarios se asignan 50.000 dólares.

Hagó señala que por cada propuesta aprobada, los migrantes han insertado en el área laboral un promedio de  3,2 personas.

Fernando sigue ampliando su empresa, el año pasado fue contratado para capacitar  al personal del Centro de Rehabilitación Nº 3. Actualmente, 24 personas privadas de libertad reciben un taller.

“Cuando ellos cumplan su condena, tendrán conocimientos que los ayudarán a buscar un trabajo”, manifiesta. Las propuestas se receptan en el portal web de la Senami.