Gran Bretaña: A un paso del matrimonio igualitario
Gran Bretaña está a un paso de hacer historia y convertirse en otro de los países con vigencia de la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, tras una fuerte disputa en el Parlamento británico que ha dividido al oficialista Partido Conservador, y que sin embargo fue recibida con beneplácito por grupos defensores de derechos de los homosexuales.
El pasado 21 de mayo y luego de una maratónica sesión de dos días en la Cámara de los Comunes, la propuesta legislativa logró ser aprobada por 366 legisladores, y opuesta por 161, en su mayoría conservadores tradicionalistas y religiosos.
Actualmente la ley es estudiada por un comité de la Cámara de los Lores, tras haber sido aprobada el pasado 4 de junio en ese recinto con 390 votos a favor y 148 en contra. Después de su estudio, el proyecto será sometido de nuevo al voto de los parlamentarios en una tercera y última lectura.
La mayoría de los británicos apoya los matrimonios entre personas del mismo sexoEl proyecto de ley fue impulsado por el primer ministro británico, el conservador David Cameron, y por la jefa del área de Cultura, María Miller. Causó fuertes divisiones dentro del partido oficialista, aunque tanto la oposición laborista, como los liberales democráticos -socios minoritarios del gobierno de coalición- apoyan la medida.
La ley legalizará el matrimonio entre personas del mismo sexo en Inglaterra y Gales (Irlanda del Norte y Escocia tienen las competencias transferidas), donde las parejas homosexuales ya podían contraer uniones civiles desde 2005. Cameron espera que el proyecto legislativo se convierta pronto en ley, con las primeras ceremonias previstas para el verano boreal de 2014.
La Iglesia Anglicana de Inglaterra, que cuenta con 26 lores llamados Espirituales, con voz y voto en la Cámara Alta británica, se opuso al proyecto desde sus primeras instancias, por ello se incluyó en el texto la prohibición expresa a que las iglesias de Inglaterra y Gales puedan celebrar bodas gays.
El gobierno británico quería evitar posibles demandas por discriminación en el caso de que una pareja homosexual se encontrara con la negativa de una iglesia a celebrar su boda, una vez legalizado ese tipo de uniones. Por ese motivo, cualquier organización religiosa que quiera unir en matrimonio a personas del mismo sexo deberá pedir primero el permiso del gobierno.
Según un sondeo publicado el 27 de diciembre último, la mayoría de los británicos apoya los matrimonios entre personas del mismo sexo. De acuerdo a esa encuesta elaborada por la consultora ICM para el periódico inglés The Guardian, el 62% de los británicos cree que deben legalizarse las bodas gay, en tanto que un 31% se opone a los cambios de la ley. El 7% dijo no tener una opinión formada al respecto.
En América Latina los matrimonios entre personas del mismo sexo son legales en la capital de MéxicoSegún el sondeo, por el cual ICM entrevistó telefónicamente a 1.002 adultos británicos entre el 19 y 23 de diciembre pasado, la mayoría de los electores conservadores está a favor de la reforma. Otro sondeo del ICM, para el Sunday Telegraph y publicado en marzo de este año, había indicado que 45% estaba a favor de las bodas gay, contra un 36% que se oponía a esas uniones. Entre los consultados de 25 a 34 años, el 75% dijo que está a favor del matrimonio homosexual en Gran Bretaña, en tanto que entre aquellos de 18 a 24 años, el 77% aprueba dichas uniones.
Lo cierto es que en caso de que la Cámara de los Lores apruebe la propuesta legislativa -un hecho que se da por descontado debido al apoyo popular que tiene la propuesta en el país-, Gran Bretaña se sumaría a una lista de 15 países del mundo que cuentan hoy día con una ley de matrimonios homosexuales.
Esas naciones son: Holanda (aprobó la ley en 2001), Bélgica (2003), España (2005), Canadá (2006), Sudáfrica (2006), Noruega (2009), Suecia (2009), Portugal (2010), Islandia (2010), Argentina (2010), Dinamarca (2012), Uruguay (2013), Nueva Zelanda (2013), Francia (2013) y Brasil (2013).
El proyecto de ley no define de forma clara a qué se refiere con matrimonio igualitarioEn Estados Unidos es legal el matrimonio homosexual en los Estados de Massachusetts, Connecticut, Iowa, Vermont, New Hampshire y Nueva York, y en el distrito de Columbia, al que pertenece Washington. También en California, Delaware, Hawai, Illinois, Nueva Jersey y Rhode Island. Se incluyeron Maryland, Maine y Minnesota, donde recientemente fue aprobada esta ley que da igualdad a las parejas del mismo sexo.
Con respecto a América Latina, los matrimonios entre personas del mismo sexo son legales en la capital de México, y en los Estados mexicanos de Quintana Roo y Oaxaca. Otros países permiten uniones civiles de personas del mismo sexo, aunque no se denominan matrimonios, entre ellos, Alemania, Irlanda, Israel, la República Checa y Colombia.
Ley diluirá institución del matrimonio, según opositores
Alistair Thompson, portavoz y activista de uno de los principales grupos opositores a la ley de matrimonio igualitario en Inglaterra y Gales, la llamada Coalition for Marriage (Coalición por el Matrimonio) habló acerca de la posición de su organismo sobre dicha legislación.
¿Qué piensa de este proyecto de ley de matrimonio entre personas del mismo sexo que muy pronto se convertirá en ley en el Reino Unido?
Estamos muy preocupados de que el gobierno haya presentado esta ley sin ningún tipo de mandato electoral, que tampoco estaba en ninguna de las promesas de los manifiestos electorales que presentaban los principales partidos políticos. No hubo un debate suficientemente serio acerca del significado del matrimonio, de la relación entre el matrimonio y los niños, cómo definimos el matrimonio en la sociedad hoy en día. En un nivel simple, nuestra coalición cree que el matrimonio debería seguir con su definición actual legal, como una unión voluntaria de por vida entre un hombre y una mujer.
Si la propuesta de ley es aprobada en el Parlamento, como todo indica ocurrirá, ¿cómo cree que esto afectará la institución del matrimonio en el Reino Unido?
Si analizamos lo que ocurre en otros países donde se instituyó el matrimonio entre personas del mismo sexo, han ocurrido dos cosas: Primero, hubo una caída en los niveles de matrimonios. En todos los países donde se aprobó esta ley ha pasado esto, sin excepción de ninguno. Y en segundo lugar, una vez que se redefina el matrimonio de su significado más tradicional, será posible redefinir esa unión entre personas, digamos, bisexuales, o entre tres personas, o tal vez una poligamia. Hay otras formas de redefinir el matrimonio. Se caerá en una pendiente muy resbaladiza. Pero aún más importante que ello es que esta propuesta de ley tan mal pensada criminalizará o hará que aquellas personas que creen en el matrimonio tradicional terminen siendo parias en su propio país. Por ejemplo, podría pasar que empleados de servicios públicos que se opongan al matrimonio homosexual sean despedidos debido a las reglamentaciones públicas; podría haber discriminación a la hora de hallar un empleo, habrá presiones para reformular el currículum escolar en los colegios. Habrá muchos creyentes u objetores de esta agenda del gobierno que no estarán protegidos por la ley y que no tendrían salvaguardas en caso de que no quieran que sus hijos aprendan de estas cosas en las escuelas.
¿Cuál considera que es el principal problema de la ley?
Hay una gran cantidad de problemas en este proyecto legislativo que causará muchísimo daño. El problema fundamental es que muy lejos de aclarar lo que se denomina matrimonio igualitario, hace lo opuesto. Hace que el matrimonio sea una institución diluida. Y debido al apresuramiento indecente del gobierno para tratar de hacer de este proyecto una ley, se han retirado por completo conceptos importantes como el adulterio, la confirmación, el rol de los niños y hasta la semana pasada ni siquiera se incluía la palabra consensuado en el matrimonio igualitario. Quita muchas de las responsabilidades que conllevaba el matrimonio tradicional, como la fidelidad.
-¿Por qué piensa que el gobierno de David Cameron ha buscado pasar esta ley, considerando que enfrenta tanta oposición dentro de sus propias filas conservadoras, tanto en la Cámara de los Comunes como en la de los Lores, y del hecho que en el país existen las uniones civiles entre personas del mismo sexo?
Esa es la pregunta del millón de dólares. La respuesta más simple es que existe dentro del gobierno de Cameron una suerte de política cínica para redefinir el matrimonio. Ha lanzado esta propuesta para obtener beneficios políticos. Subestimó la enorme oposición no solo dentro de su propio partido, sino de la sociedad en su conjunto. Y de otros partidos, hay muchos parlamentarios y lores, tanto de los liberales democráticos, como laboristas, e independientes, que han expresado una firme oposición a la propuesta de ley y a las profundas consecuencias que esta legislación tendrá. Hay mucho debate acerca del impacto del matrimonio homosexual en la educación, por ejemplo, sostuvo Thompson.
¿Cree que la decisión del gobierno de darle a la Iglesia de Inglaterra poderes para quedar excluida de la ley de matrimonios igualitarios eventualmente será revocada una vez que se apruebe la legislación, forzándose en el futuro a las instituciones religiosas a oficiar este tipo de bodas en Gran Bretaña?
Sí, por supuesto. La opción para la Iglesia de quedar fuera no es muy robusta. El Comité parlamentario de Derechos Humanos, que incluye a miembros de ambas cámaras del Parlamento, analizó este tema y acordó que hay divergentes opiniones al respecto. La Iglesia de Inglaterra, lejos de quedar mejor protegida bajo las garantías supuestamente dadas por esta ley, quedará en una posición muy vulnerable, principalmente porque al ser parte del establishment, vicarios que están obligados a casar a parejas se enfrentarán a casos -como ha pasado en Nueva Zelanda recientemente- y desafíos legales contra las supuestas salvaguardas en Inglaterra y Gales. Por ello, las instituciones religiosas han quedado en una situación muy, muy difícil.
“En 10, 20 o 30 años miraremos atrás y coincidiremos en que esta ley fue lo mejor”
Richard Lane, experto del grupo británico Stonewall por los derechos de homosexuales, contó que la ley de matrimonios igualitarios “es la medida correcta” y que alentará la igualdad de oportunidades para todos. ¿Qué piensa de esta nueva ley sobre matrimonios igualitarios que está cerca de aprobarse?
Estamos muy, muy contentos de que la propuesta haya llegado tan lejos en el Parlamento y esté siendo estudiada en la Cámara de los Lores. Obviamente estamos ahora en la fase de análisis detallado por los artículos específicos de la ley, y aunque hemos escuchado ciertos comentarios ofensivos de algunos parlamentarios, lo que es tranquilizador es que la mayoría apoya la ley. El nivel del debate ha sido muy alentador y positivo al respecto. A pesar de haber llegado tan lejos, nunca subestimamos las cosas; sabemos por experiencia que no hay que darse por vencido hasta que se logre la aprobación definitiva. No hay más que recordar lo que pasó en 2004, cuando la ley de uniones civiles fue destruida en una oportunidad en la Cámara de los Lores, así que anticipamos que habrá oponentes a esta ley. Esperamos algunas modificaciones negativas durante el debate en curso”, indicó el activista.
¿Qué cosas cree que van a cambiar a partir de la promulgación de esta legislación? ¿Cuáles serán los principales cambios que cree que habrá en la sociedad?
Las uniones civiles fueron un paso enorme y le dieron por primera vez a las parejas de homosexuales derechos legales y el reconocimiento a su relación. Esos derechos son muy similares a los que muchos disfrutan en un matrimonio, así que en términos de protección legal no habrá mucho cambio. Lo que sí cambiará es que se reconocerá a las personas del mismo sexo sus relaciones de amor de la misma forma que a las parejas heterosexuales. El matrimonio es una institución universalmente apreciada y reconocida, y es la base de la sociedad y la familia. Esta nueva ley será importantísima para gays lesbianas, ya que ellas crecerán sabiendo que podrán acceder a las mismas oportunidades que sus hermanos, hermanas o amigos heterosexuales. Su relación ante la ley será tan válida en la sociedad como las del resto”, agregó.
Muchos comparan el matrimonio igualitario con las luchas históricas contra la esclavitud y por el derecho al voto de las mujeres, que ahora se dan por hecho pero que generaron mucha oposición en su momento. ¿Cree que hay comparaciones al respecto?
“Absolutamente. Comparto esta postura por completo en el sentido de que solo basta mirar atrás ocho años cuando las uniones civiles fueron implementadas en el Reino Unido y en ese momento una minoría las consideraba enormemente controvertidas, diciendo que el cielo se nos caería encima. Nada de eso ocurrió. La gente pudo registrar sus uniones civiles y reconocer su relación, y el mundo siguió su curso. Muchos miran atrás y ahora sostienen que fue un avance muy bienvenido. Lo mismo pasará con esta ley. Estoy confiado de ello. Solo basta mirar los sondeos de opinión pública en el Reino Unido para darse cuenta de que la mayoría de la población apoya el matrimonio igualitario, principalmente aquellos menores de 50 años, con casi un 80% de aprobación. Estoy más que convencido de que en diez, veinte o treinta años miraremos atrás y coincidiremos en que esta ley fue lo mejor, sin entender por qué hubo tanta polémica”, concluyó.