Los gimnasios continúan a puertas cerradas, por disposición del COE Nacional. Esta prohibición vigente durante la emergencia sanitaria solo cambiará cuando las ciudades pasen al color verde en sus respectivos semáforos.

Una de las afectadas fue Catalina Narváez, quien fue diagnosticada con inicio de sobrepreso. Había tenido un quebranto en su salud y su médico le había recomendado iniciar rutinas de ejercicio.

Así llegó al Gimnasio Fitness Power, al sur de Guayaquil. Un año después, dejó de asistir al establecimiento a causa de la pandemia por coronavirus (covid-19).

Para poder abrir nuevamente los locales, la Unión de Gimnasios de Guayaquil presentó un protocolo con 30 normas generales para solicitar la apertura de los mismos.

Jorge Ruiz, presidente del Gremio de Gimnasios de Guayaquil, explicó que el documento lo trabajaron alrededor de dos meses en conjunto con la Secretaría del Deporte y la Asociación Ecuatoriana de Fisicoculturismo.

Entre las medidas, explica que los establecimientos manejarán un sistema de reserva de turno en línea por internet. De esa manera, el cliente deberá elegir el horario.

El local, a su vez, publicará el listado y el cupo disponible para clientes que no alcancen a reservar y de esta forma conocer en todo momento la cantidad de personas entrenando, de tal manera trabajar a puerta cerrada.

Estará prohibido el uso de los establecimientos para aquellos que constituyan grupos de atención prioritaria como tercera edad, embarazadas o por padecer enfermedades catastróficas o afecciones médicas preexistentes. Tampoco ingresarán niños o adolescentes.

El cliente deberá portar dos toallas personales. “Una grande y otra pequeña, para cubrir los equipos y secar el sudor, respectivamente”, explica el documento.

Para activar el protocolo, Ruiz detalló que los dueños de los negocios tuvieron que invertir alrededor de $500. Eso implica la compra de materiales de desinfección y las medidas de bioseguridad.

En Guayaquil existen 2.000 gimnasios, de ese número 200 cerraron sus puertas y otros 300 están a punto de quebrar, según las cifras del gremio.

En Quito, los gimnasios también prepararon su protocolo, que fue entregado al Comité de Operaciones de Emergencia.

En la ciudad, según el concejal Bernardo Abad, existen 800 gimnasios al que acuden más de 400.000 personas. Estos dan empleo directo a 20.000 trabajadores.

Cléver Guerra es dueño del gimnasio Balcón Fitness Center y comentó que tiene listo el mecanismo para salvaguardar a sus empleados y clientes de posibles contagios por covid-19.

“El porte de mascarilla es obligatorio. Nosotros les recomendamos que usen mascarillas deportivas para realizar el ejercicio”, explicó el profesional.

Una vez que reciba a sus clientes, el paso es tomar la temperatura y entregar productos de desinfección como gel y alcohol.

Dentro del lugar, para ejercitarse incorporaron las medidas de separación de máquinas con dos metros de distancia y la desinfección de las mismas una vez que concluyan los entrenamientos.

Los entrenadores, por su parte, mantendrán la distancia de un metro y medio con cada cliente.

“Los grupos podrán permanecer durante 90 minutos, luego de ese tiempo se procederá a desinfectar el lugar para que puedan ingresar los nuevos clientes programados”, dijo Guerra.

“Nosotros vendemos salud. Es necesario entender la importancia de los gimnasios. Así como se abrió el deporte al aire libre, deben aprobar la apertura de los gimnasios”, destacó Ruiz.

Catalina, por su parte, sigue a la espera de que el local al que iba reabra sus puertas  para volver a su rutina con equipos. (I)