E. García: "En el país se lee más por obligación"
El Ministerio de Cultura de Ecuador, el Ministerio de Educación (MinEduc) y la Cancillería lanzaron la semana pasada el ‘Plan Nacional de Promoción del Libro y la Lectura José de la Cuadra’.
El objetivo de la actividad es incentivar a los ciudadanos para que consulten textos por placer y no por obligación.
Según el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe, los ecuatorianos leen apenas medio libro al año.
Pero el escritor ecuatoriano y director del Plan de Lectura, Édgar Allan García, considera un poco incierto el dato.
Él asegura que en el país se lee más por obligación que por placer, algo que quieren cambiar con la ejecución de este nuevo plan.
“Tenemos un estudio del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) que dice que entre el 65% y 85% de los ecuatorianos lee, pero este es un dato engañoso porque se trata de una lectura instrumental, esto quiere decir que es obligatoria, académica, en la escuela, los colegios, las universidades, los posgrados, y de lo que se trata es que los ecuatorianos lean por su propio interés, con total libertad, aquello que más les gusta y en la medida en que quieran”.
El objetivo del programa
El plan -según la entidad- contempla la implementación de una red de bibliotecas en todo el país, el enriquecimiento de las ya existentes, el fortalecimiento del fondo bibliográfico de colegios, escuelas y universidades, y la formación de mediadores de lectura para que atiendan en esas bibliotecas.
“Queremos que esas bibliotecas estén llenas de la comunidad y de los ‘cuentacuentos’, de unos bibliotecarios que realmente estén empapados en su papel y puedan atraer a las personas hacia una lectura lúdica y libre”.
Para escoger a estos especialistas se dictarán seminarios a las personas que estén interesadas en fomentar la lectura en las comunidades y los barrios.
Además se apoyará a la construcción de la carrera de bibliotecología en las universidades del país para que existan más especialistas en esta área, todo esto con la intención de que el hábito de la lectura no se inicie cuando los niños ingresan a la escuela, sino cuando los niños todavía están en el vientre de sus madres para que la lectura se convierta en un hecho cotidiano, permanente y sistemático.
“Queremos concienciar a las madres para que lean a sus hijos cuando todavía están en sus vientres, y lo sigan haciendo en sus primeros días, semanas, meses, años”.
De tal manera que, añadió, cuando ese niño llegue a los primeros años de escuela, ya sienta amor hacia esas historias y poemas que ha ido aprendiendo en su corta vida “a través de su abuela, su madre y de las personas que lo rodean”.
Un Plan Nacional de Lectura -dijo- no puede triunfar si se vuelve solo institucional. Por ello la idea es que los ciudadanos lean a sus hijos, a la gente que le rodea y participen de un movimiento que beneficiará a todos.
En cuanto a la inversión, García explicó que han pedido un poco más de $ 40 millones para los 4 años de gobierno. “Hay quienes al no entender la dimensión del plan piensan que es demasiado; nosotros pensamos que es lo mínimo porque implica muchísimos gastos y muchísimas publicaciones, información y mover gente en todo el país”.
El cronograma planteado
El plan empezará en 2018, después de que la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) destine los recursos.
En estos últimos meses de 2017 arrancarán una campaña publicitaria y las primeras publicaciones que se hagan con los fondos con los que se cuenta al momento.
Entre esos recursos están los $ 3’000.000 millones que el Banco de Desarrollo del Ecuador (BDE ) entregó al Ministerio de Cultura para promocionar este plan, la Feria Internacional del Libro de Quito (2017) y los fondos concursables.
En cuanto a la publicación de libros, García adelantó que no se trata de publicar por publicar y que no se puede dejar de lado los distintos soportes que existen ahora como los e-books, los audiolibros y los libros en braille.
Asimismo, agregó, se pueden utilizar las redes sociales como parte de la estrategia para que el programa llegue a las personas con pequeños cuentos a través de sus celulares.
También se sumarán voluntarios universitarios que leerán en las plazas, hospitales, centros carcelarios y buses. En las radios comunitarias se fomentará la actividad a través de espacios en los que se interpreten textos y se permita la llamada de personas para que cuenten qué libro están revisando y qué les parece.
“Se crearán estrategias con gobiernos autónomos descentralizados, instituciones educativas y casas de la cultura, y se realizarán ferias regionales del libro en las que haya autores locales y algunos extranjeros para que de esta manera no se centralice todo en Quito y Guayaquil”.
La Feria Internacional del Libro en Quito, que se desarrollará del 10 al 19 de noviembre, en el Centro de Convenciones Bicentenario, tendrá como tema principal el Plan Nacional del Libro y la Lectura.
Para fomentar el hábito en los más pequeños habrá una maratón de cuentos, que “serán leídos y (al mismo tiempo) sus personajes caminarán entre los participantes para animar el evento”. (I)