Creamer: "Hay que debatir sobre qué tipo de bachiller egresa"
La deshonestidad académica revelada en la filtración de preguntas del examen “Ser bachiller”, que se aplicó este mes en el ciclo Costa, dejó inquietas a las autoridades educativas del Instituto Nacional de evaluación educativa (Ineval) y sobre todo a la titular del Mineduc, Monserrat Creamer, quien conversó con EL TELÉGRAFO.
¿En el examen hubo contenido que no se enseñó en el aula?
El Ineval es el que aplica la prueba, pero se trabaja de forma articulada con ellos para que se evalúe lo que los estudiantes aprenden; es decir todo adaptado a los estándares educativos y el currículo desde 2016 que fue la última reforma.
¿Cómo se filtra el cuestionario?
Hubo problemas en dos o tres laboratorios porque se filtraron las preguntas. Es motivo de vergüenza que existan estudiantes que egresen del bachillerato con deshonestidad académica.
Esa es una infracción fuerte en un código de honor en el ámbito académico. En ese sentido, en otros países, a los estudiantes que cometen esta infracción -que es un delito- se les abre un expediente y se les impide por completo el ingreso a las universidades.
¿Habrá sanción en el país para quienes actuaron así?
Debería, no estoy segura, porque eso también tiene que ver con el Ineval. Pero sí me preocupa mucho que este tema no entre en el debate nacional como sociedad, como familia, porque son los padres los que llevan a estos estudiantes que filtraron las preguntas a la Defensoría del Pueblo.
Deberíamos debatir sobre qué tipo de personas estamos formando como bachilleres que luego van a ser profesionales. El país invierte mucho en la educación superior pública y en ese sentido lo menos que podemos hacer es responder con honestidad.
¿Qué pasará con los maestros involucrados?
Los docentes que estuvieron presentes y que permitieron esta filtración obviamente están siendo sancionados. Sus expedientes están en Fiscalía porque se identificaron los laboratorios, se tomaron fotografías, hay evidencias del hecho ocurrido.
¿Este error nace de la presión?
Sí y en eso tenemos que trabajar la sociedad en conjunto porque creo que muchas veces la presión viene de las familias, de los medios, de los políticos. Se debe apoyar a los chicos para que trabajen mucho en orientación vocacional.
Las universidades ofrecen más de 2.200 carreras y hay varias de educación técnica que se han expandido y abierto para incrementar los cupos. Pero por la percepción social todos acuden a 20 carreras y las demás están abandonadas.
¿La prueba es muy exigente?
Evalúa lo que ellos aprendieron. Hay una especie de tema cultural que da la sensación de que la evaluación es punitiva, sancionadora y excluyente, No creo que sea necesario generarles más angustia, diciendo que es difícil, que si no la pasan no van a ser nadie. No les pongamos ese peso tan limitante.
¿El bachiller cumple las exigencias de la universidad?
En muchos ámbitos sí, en otros no y se cuestiona el bachillerato general unificado (BGU), pero estamos trabajando con la Senescyt por la integralidad del sistema. El bachillerato tiene un perfil de salida muy claro que establece cuál es su formación (innovador, lógico) y eso es lo que se evalúa en la prueba “Ser bachiller”.
La educación superior debe articularse al estudiante que recibe y para eso necesita definir los perfiles de entrada de los alumnos a sus respectivas áreas y prepararlos para las mismas. Hay que trabajar más en el perfil que ingresa y en toda la integralidad del sistema. (I).