Aída Ipiales se trasladó desde Ibarra hasta Guayaquil con su hijo Aldaír Gonzaga, de 5 años. Él tiene una malformación: labio fisurado y paladar hendido. El menor ya fue intervenido quirúrgicamente tres veces a través de la Fundación Operación Sonrisa. Esta será la cuarta.

Su madre, sentada bajo una de las carpas dispuestas en los exteriores del Hospital IESS Los Ceibos, norte de Guayaquil, este miércoles 17 de julio de 2019 sonreía esperanzada. Ella sufrió mucho con su hijo, sobre todo, al momento de alimentarlo. “Al comienzo le daba la leche con jeringuillas, después con un gotero”, comentó, mientras cargaba en brazos a su pequeño.

A pocos metros se encontraba Tatiana Asitimbay, de 23 años, quien abrazaba a su pecho a la pequeña Clara, de 17 días de nacida. Esta será su primera evaluación médica.

La joven madre reconoció que, al momento del alumbramiento, se sintió muy triste al ver que su pequeña, su segunda hija, nació con labio fisurado. Nunca lo imaginó. “Quisiera que la ayuden para que pueda comer mejor. Es difícil darle de lactar; solo toma el biberón”, añadió la madre, quien vive en la cooperativa Sergio Toral, noreste de Guayaquil.

Historias como estas se multiplicaban este miércoles 17 de julio de 2019 en esta casa de salud que, a través de un convenio con la Fundación Operación Sonrisa, intervendrá quirúrgicamente a cerca de 200 pacientes que tienen alguna malformación en su rostro.

La directora técnica de este hospital, María Carmen Durán, quien hace ocho años es voluntaria de la fundación, explicó que ocho quirófanos estarán dispuestos para operar de forma simultánea desde hoy jueves 18 de julio hasta el sábado 20 de julio de 2019.

Durán dijo que esta misión médica atenderá a niños hijos de padres afiliados al IESS, como los que no lo son.

Respecto a las edades indicó que atienden desde recién nacidos hasta adultos. De inmediato recordó que hace unos tres años, Operación Sonrisa operó a una adulta mayor de 80 años que tenía labio fisurado.

“Luego de la intervención, la paciente dijo: ‘Mis hijos y mis nietos siempre me vieron como un monstruo y ahora me pueden recordar, cuando yo muera, lo linda que soy”.

En esta jornada que empezó este miércoles 17 de julio de 2019 con las evaluaciones intervendrán 118 médicos en diferentes especialidades, 22 de ellos son de planta del Hospital IESS Los Ceibos.

Causas de la malformación

Durán detalló que este tipo de malformación se origina por diferentes factores, entre ellos la malnutrición por la falta del consumo de zinc. También porque a veces las mujeres quedan embarazadas y no lo saben, y toman algún tipo de medicamento.

Otro factor vinculante para estas patologías es el hereditario. “Si en la familia han habido casos de labio y paladar hendido, tendrán niños con mayor probabilidad de padecer lo mismo”.

Señaló como otra causa a aquellos padres que están expuestos a pesticidas por sus trabajos en el campo. “La sangre como que se contamina y sus hijos pueden tener malformaciones”. Añadió que el consumo de drogas como el alcohol también puede incidir.

Según la profesional, en Ecuador, 1 de cada 400 niños nace con labio fisurado y paladar hendido.

Trabajo con los padres

Romina Quiroga, responsable del Servicio de Psicología del IESS Los Ceibos, precisó que el trabajo que su equipo realiza es de apoyo emocional a los padres de un niño con malformación.

“Tienen que aprender a amamantarlos en el caso de las madres, pese a este problema. En el proceso posquirúrgico se trabaja en la reestructuración cognitiva, es decir que ellos puedan manejarse mejor emocionalmente, y que tengan los cuidados necesarios con un paciente recién operado”.

Quiroga destacó que de los casos que ha tratado aún se percibe a padres que sienten vergüenza de tener un hijo con esta patología. “Se ha evidenciado incluso maltrato”. Alimentarse y hablar son dos problemas latentes para quienes tienen este tipo de malformación.

Clidys Pereira, terapista de lenguaje para Latinoamérica, de Operación Sonrisa, manifestó que el cuidado a este tipo de pacientes empieza desde su primer día de vida.

A partir de los 3 años, refirió Pereira, se trabaja en terapia de rehabilitación y, desde el primer año, en estimulación temprana.

El director ejecutivo de esta fundación, Francisco Punina Lozano, resaltó que en 24 años de trabajo, en el país se han realizado 17.000 intervenciones quirúrgicas, en 137 misiones desplegadas en 45 ciudades.

Añadió que actualmente la fundación cuenta con 150 voluntarios que prestan sus servicios a nivel global. (I)