De la pepa de frutas y otros desechos crean sustitutos del plástico
Margarita Campo, de 45 años, empuja el coche de compras en un conocido supermercado de Guayaquil. Al llegar al pasillo de artículos desechables escoge una funda con vasos de plumafón (poliestireno) y otra de plástico.
Aunque desconoce que tardan miles de años en descomponerse, al final ella desiste de llevarlos y opta por unos de cartón.
Lo hace al percatarse de la línea ecológica en la que también hay una variedad de modelos de vasos, sorbetes, platos, soperas, bandejas de papel y removedores de café de madera.
“Esta es mi huella y aunque cuestan un poco más los compro. En algo remedio el daño al ambiente”, dice.
La línea ecológica fue implementada a finales de 2018 en la cadena de Mi Comisariato.
Valeria Alarcón, jefa de Marketing de Corporación El Rosado, señala que el 10% de los clientes han cambiado el plástico por productos ecológicos.
En un mes -indica- incorporarán un nuevo producto: cajitas hechas del bagazo de la caña de azúcar en reemplazo de los contenedores de plumafón.
Roberto Granda, docente de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad UTE, explica que en la actualidad lo que se usa para reemplazar vasos, platos, sorbetes, cucharas de plástico es hecho a base de fibra vegetal. Por ejemplo, con la cáscara de banano, caña de azúcar o el salvado de trigo o maíz.
“Estos se integran fácilmente al medioambiente e inclusive pueden ser usados como fertilizantes después de haber sido reutilizados”.
Los artículos de cartón también son los más requeridos porque se elaboran de material reciclado. Además es una materia prima barata y lleva muchos años en el mercado.
Las hojas de plantas también son utilizadas como sustituto del residuo.
Tomás Rodas, gerente general y cofundador de Ecoempaques, logró que sus productos ecológicos -como cucharas, tenedores, cuchillos y modelos de platos elaborados con el desecho de hojas de palma- estén en las perchas de los supermercados del país.
Desde enero de este año empezó su fabricación, pero hoy ya lleva más de 300.000 artículos vendidos. Asegura que aunque el plástico es barato “hemos logrado una buena aceptación, porque la tendencia va hacia lo verde pero aún falta mucho por hacer”.
Nuevos sustitutos
Según Carmen Palacios, directora de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica Salesiana de Guayaquil, hoy se pueden ver biopolímeros de tipo natural que permiten reducir el daño al planeta.
Sergio Loayza, gerente general de Biocalo (representante de Biofase en Ecuador), desde febrero de este año distribuye cubiertos y sorbetes elaborados con biopolímero obtenido desde la pepa de aguacate. Él asegura que el 80% de los productos se biodegradan en 240 días y el resto tomará un año.
Sus artículos están en las perchas de 80 locales de un supermercado y próximamente ingresarán en dos nuevas cadenas del país.
Guido Reyes pronto se convertirá en ingeniero ambiental. En la actualidad, como parte de su trabajo de titulación en la UTE, desarrolla un sustituto del plástico a partir del aceite vegetal usado.
“Lo que hacemos es un biopolímero muy similar al plástico, que se degrada en un año y lo hace amigable con el medioambiente”.
Agrega que se pueden crear desde vajillas, fundas y para utilizarlos en embalaje de productos alimenticios.
Granda añade que los productos biodegradables necesitan de nueva tecnología y conocimientos. “Tienen mucho futuro”. (I)