“Los niños no lloran”. “Las niñas no juegan con carros y pelotas, sino con muñecas”.  “Los hombres no tienen que colaborar con los quehaceres domésticos, porque eso es tarea de las mujeres”. “Los hombres son de la calle y las niñas de la casa”.

Frases como esas son comunes en la sociedad ecuatoriana y marcan los roles desde la infancia. Es ese estereotipo lo que quiere combatir la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres. Así lo afirmó la abogada Silvia Buendía.  

La normativa fue aprobada en la Asamblea Nacional en noviembre de 2017, con 88 votos de 122 asambleístas presentes en el Pleno. En el texto dispone que el Ejecutivo elabore un reglamento para la aplicación de la norma. En cumplimiento este fue enviado al Registro Oficial el 15 de mayo de 2018.

Izquierda: “Las niñas no juegan con pelotas, sino con muñecas”. Derecha: Las niñas también pueden practicar deportes.

Presidente reformó Reglamento

La oposición al documento surgió en redes sociales cuando circuló el contenido de la Disposición Transitoria quinta que decía que los entes de la política pública en educación básica, secundaria y superior deberán: Elaborar o actualizar las mallas curriculares para todos los niveles educativos que incluyan la transversalización de enfoque de género, nuevas masculinidades, mujeres en su diversidad, prevención y erradicación de la violencia contra las mujeres, cambio de roles y eliminación de estereotipos de género.

El Ejecutivo eliminó las palabras que causaron confusión en la ciudadanía y en su reemplazo, en los textos se deberá incluir: “la igualdad entre hombres y mujeres en todas las esferas políticas, económicas y sociales; la construcción sociocultural sobre roles y valores asociados al comportamiento de los hombres libre de machismo o supremacía hacia las mujeres...”

Colectivos de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales (LGBT) resaltaron que el reglamento no está relacionado con ellos.

Dianne Rodríguez, sicóloga e integrante de la Federación de Organizaciones LGBT, detalló que “se trata de eliminar los estereotipos. Nos enseñaron que el hombre es fuerte y por eso manda y que la mujer es sumisa y obedece; eso en muchas ocasiones provoca violencia y desencadena las agresiones”.

Buendía resaltó que se quiere enseñar “que en los hombres la violencia no es una característica natural, sino aprendida. Y que es nefasta para vivir en una sociedad de paz”.

Izquierda: “El color rosado es solo para las mujeres”. Derecha: Los colores no determinan el género de una persona.

Previamente a la difusión del reglamento reformado el ministro de Educación, Fander Falconí, pidió a la ciudadanía no dejarse confundir con la desinformación. “Llamamos a la sociedad ecuatoriana a cerrar filas en contra de todo tipo de violencia en la sociedad”, aclaró que ese es el objetivo del Gobierno.

Sobre la disposición de incluir en los textos los nuevos contenidos especificó que “aún no existen y la terminología que usamos y que siempre usaremos en los textos escolares ha sido y será la aprobada por las Naciones Unidas”.

La aclaración surge luego de que circularan fotos de textos que abordan casos homosexuales con figuras de niños. Los mismos no corresponden a Ecuador.

Al respecto, la directora del centro de enseñanza especial Enigma, María Fernanda Chang, recalcó que primero se debe conocer cómo se emitirá la información a los menores.

Resaltó que la diferencia la hará la aplicación, que se debe analizar. Para no confundir a los niños recomendó mantener la inclusión sin topar la sexualidad.

Con eso coincidió la siquiatra Ana María Heinert, quien enfatizó que es importante que los niños desde pequeños acepten las diferencias y destacó que son los padres quienes deben abrirse a los cambios y no marcar estereotipos a corta edad.

“Los niños van a jugar igual con un carro o con una muñeca, pero un papá lo primero que piensa es que eso evidencia una inclinación sexual, cuando el niño no sabe de sexualidades”.

En redes celebraron la reforma: “¡Corrigieron el decreto! Una pequeña batalla ganada. Pero hay que permanecer alerta, los promotores de la ideología de Género no se quedarán de brazos cruzados”, escribió el sacerdote César Piechestein. (I)

Izquierda: “Las niñas y niños no pueden jugar juntos”. Derecha: Niños y niñas pueden compartir espacios de esparcimiento.