Mercedes Jurado llegó el 30 de agosto de 2015 al aeropuerto de Madrid, España. Entre las muchas personas que atravesaban la puerta de desembarque de un vuelo proveniente de Ecuador, buscaba a su hijo Álvaro, de 11 años. Los minutos pasaron, los últimos pasajeros bajaron y Álvaro nunca descendió del avión. ¿Por qué?, su padre, el ecuatoriano Leonardo Armas no embarcó a su hijo desde Quito para que regresara a España.

En ese momento, Jurado se comunicó vía WhatsApp con Armas, con quien estuvo casada desde 2006 y se divorció en 2013. Según contó la mujer, su expareja se planteó reconquistarla, pero al enterarse de que ella mantenía una nueva relación, decidió que su hijo no volvería a estar con su madre.

“Mientras esperaba me llegó un mensaje que decía: ‘No esperes, porque no va a bajar’. Sin embargo yo mantenía la esperanza de que solo fuese un mal momento, pero desde entonces, hasta ahora no he podido recuperar a mi hijo”.

Este diario buscó la versión del papá de Álvaro. A través de su cuenta de Twitter (@padrecalumniado), Armas indicó que no daría declaraciones porque quería “precautelar la integridad de su hijo”.

Frente al escenario de que Armas no permitió el regreso de su hijo al país europeo, Jurado puso una denuncia por secuestro parental, en el aeropuerto madrileño. Al siguiente día, fue hasta el Ministerio de Justicia español para que le ayudara a recuperar a su hijo. Ahí recibieron su denuncia de recuperación internacional de su hijo y le indicaron que debía esperar, pues tenían al menos 150 casos similares. “Los días pasaban y nadie me daba una respuesta sobre cómo recuperar a mi niño”, dijo Jurado.

Fue ahí cuando una amiga cercana a la española le comentó que en Ecuador se dio un caso similar con la francesa Arianais, a quien también le alejaron de su hijo. A través de Facebook, Jurado se comunicó con la francesa y ella le puso en contacto con Alik Pinos, abogado que llevó el caso.

La primera sugerencia del asesor legar fue que Jurado viniera a Ecuador, y así fue. La mamá de Álvaro llegó al país el pasado 5 de noviembre; al siguiente día de su arribo, ella junto al abogado presentaron al Juzgado de la Niñez y la Adolescencia un requerimiento de entrega.

El pedido fue calificado de inmediato y ellos junto a Juan Carlos Hinojosa, del Ministerio de Inclusión Económica y Social y representantes de la Dirección Nacional de Protección de Niños y Adolescentes (Dinapen), localizaron a Álvaro en un centro de educación ubicado en el norte de la capital.

El encuentro de Álvaro con su mamá ocurrió el pasado 12 de noviembre. Ese día ambos se trasladaron en una furgoneta hasta una unidad judicial. Mientras madre e hijo esperaban que se realice la audiencia llegó Armas.

Cuando la diligencia se instaló -según Jurado- la jueza Nancy Altamirano pidió un momento a solas con el menor para preguntarle con cuál de sus padres quería quedarse; Álvaro respondió: con mi padre, y la jueza falló a favor de Armas.

Según el abogado, en los juicios de tenencia, la decisión final se basa en el 95% en la afinidad del menor por su padre o madre.

Según Pinos, el trámite no era un juicio de tenencia, sino un requerimiento de entrega, pues se contaba con los documentos que validaban ese pedido.

Entre los papeles que presentó Jurado a la juez, constó el acuerdo de parentalidad apostillado, un documento en el que después de un divorcio recoge los acuerdos entre los padres con respecto a la patria potestad del menor, la cual ejerce Jurado y las visitas que están concedidas a Armas.

Además, según la ley, cuando se realiza una audiencia reservada en la cual declare un menor deben existir peritos especializados, una cámara de Gesell y cámaras que registren lo conversado. “Todo esto no se dio”, indicó Jurado.

Por su parte, el abogado del caso agregó que su pedido se amparó en el artículo 125 del Código de la Niñez y Adolescencia el cual indica: (...) El padre, la madre o cualquier persona que retenga indebidamente al hijo o hija cuya patria potestad, tenencia o tutela han sido encargadas a otro, o que obstaculice el régimen de visitas, podrá ser requerido judicialmente para que lo entregue de inmediato a la persona que deba tenerlo y quedará obligado a indemnizar los daños ocasionados por la retención indebida, incluidos los gastos causados por el requerimiento y la restitución.

En su cuenta de Twitter, Armas indicó que su hijo no está secuestrado, sino bajo su voluntad y que la madre del niño tiene toda la apertura para verlo. Además, en un documento publicado en su cuenta, informó que en septiembre la Interpol fue hasta su casa y constató el estado de salud de Álvaro.

En la actualidad, Jurado continúa en Quito a la espera de una nueva audiencia que le permita volver a España junto a su hijo. (I)