Por Steeven Unda, Mario Figueroa y Paolo Vizuete

La máster Gardenia Manyoma nunca se imaginó que después de 30 años de docencia, iniciados en una escuela unidocente, llegaría a ser la rectora en una unidad educativa tan grande y prestigiosa como la Academia Naval Guayaquil. Aquí lleva seis años entre logros y dificultades.

Ser rectora de la ANG, con un horario extendido, implica tiempo y responsabilidad, es una mujer con mucho movimiento. ¿Cómo se organiza para realizar todas sus funciones?

Mi prioridad es la pasión de educadora que me motiva cada día a iniciar la jornada recibiendo a mis cadetes, asumiendo las situaciones diarias que se presentan; sin embargo, luego de las 18:00 dejo el rol de rectora y asumo el de esposa e hija, compartiendo con mis seres queridos.

La ANG es una entidad privada y compleja, pues se trabaja con niños y adolescentes. Después de seis años en el cargo, ¿usted cree que se han cumplido las expectativas?

Cada día, con el cambio vertiginoso que se da a nivel educativo, las habilidades y destrezas que desarrollan los niños desde temprana edad y las circunstancias sociales, las expectativas de formación y responsabilidad que tiene una institución educativa, van en aumento. Por ello, en nuestra academia estamos constantemente en un proceso de mejora que en estos seis años ha permitido afianzarnos como una institución seria, responsable y comprometida con la educación y el proyecto de vida de nuestros cadetes.

El mundo de hoy está en constante cambio y desarrollo, ¿cuáles cree usted deben ser las perspectivas de esta unidad educativa?

Nuestra visión está sustentada en fortalecer y desarrollar cada uno de los proyectos institucionales: Desarrollo del Pensamiento, Bilingüismo, Inteligencia Digital, Proyectos de vida y Emprendimiento, Inclusión y Control de Emociones, Liderazgo Comunitario, Formación Cívica Naval, Prevención de Conductas de Riesgo, Talento Deportivo y Artístico. Son las que sustentan nuestros pilares de formación y permiten promulgar nuestro lema institucional “Formando líderes con inteligencia, corazón y disciplina”, una realidad que es palpable promoción tras promoción en cada uno de nuestros cadetes. (I)