“En Chile, la educación reproduce las diferencias”
Nada de mesas y podios cuadrados, de esos que utilizan “las personas importantes” cuando tienen que hablar. Esto es un teatro. Los jóvenes se sientan en el escenario, mientras otros representantes estudiantiles del Ecuador los escuchan y les preguntan. Ellos responden desde sus mobiliarios sencillos de plástico.
En esta reunión, donde se abordó el tema “La educación superior como bien público y factor transformador de la sociedad”, hubo una queja generalizada: los representantes estudiantiles le exigen a los gobiernos que garanticen una educación universitaria gratuita o, si es que en el país ya no hay que pagar, que se aumente la infraestructura.
Algunos ya lo han logrado, precisa Anabella Lucardi, directora de Desarrollo Universitario, una dependencia del Ministerio de Educación en Argentina. “En mi país hay 55 universidades públicas y gratuitas, en los últimos 9 años se han creado 10 nuevos centros de educación superior en los barrios carenciados a nivel nacional”.
Detalló que las políticas de ingreso a la universidad en Argentina “no son expulsivas; es decir, aquellos ingresos que a través de un examen impiden a los estudiantes acceder”. Explicó que, más bien, se basan en cursos de nivelación: “para que los estudiantes, sin importar de que escuela media provengan, puedan acceder a la educación de calidad”.
Sebastián López, vocero de la Organización Colombiana de Estudiantes, habló de créditos estudiantiles, “imposibles de pagar con el nivel de salario que tienen los estudiantes” y de una educación superior que “ha sido negociada en múltiples tratados de libre comercio”.
El año pasado, recuerda, la organización estudiantil a la que pertenece, logró derrotar “una propuesta que profundizaba el modelo neoliberal en la educación”.
Con movilizaciones en las calles de sus países, los colombianos y chilenos han demostrado su inconformidad hacia las políticas de los gobiernos de turno, que les han dejado una herencia que no quieren aceptar, explica Gabriel Boric, presidente de la Federación de Estudiantes Chilenos. “Hay un millón de estudiantes en el sistema de educación superior chileno, pero el 70% está en universidades privadas”.
Hace dos años los jóvenes empezaron a copar las calles. Boric considera que estas acciones han generado un “cambio en la percepción de los chilenos sobre cómo debe ser la educación”. El líder estudiantil anunció que el rector de la Universidad de Chile visitará Ecuador en los próximos días para formar parte de un encuentro sobre procesos de acreditación universitaria.
Desde las sillas del teatro, algunos representantes estudiantiles del Ecuador también presentaron sus inquietudes: “tengo que pagar un curso de computación, siendo que la educación es gratuita”, reclamó una. “La Senescyt está investigando”, le respondió un funcionario.
Mientras un estudiante ecuatoriano planteaba la necesidad de establecer una cátedra de estudios latinoamericanos en los centros de la región, no faltó quien ejercitaba los dedos con fiereza en el teléfono móvil.
Y como unos cuantos se quedaban callados, el representante estudiantil de El Salvador, Dagoberto Martínez, decidió proponerles un “juego”: que griten, brincando, que el que no salta es policía, paco, chapa o cualquiera que fuese la palabra escogida para llamar a las fuerzas del orden en cada país.
Los estudiantes chilenos y colombianos reconocieron que la gratuidad de la educación superior en Ecuador, garantizada por la Constitución aprobada en el 2008 en Montecristi, es un buen ejemplo para la región.
Mientras tanto, anuncian que seguirán copando las calles para defender una igualdad que en sus países, reconocen, dista mucho de existir.