Hungría mantiene cerradas sus fronteras
El ejército frena a migrantes
La mayor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial ya tiene otro país contra las cuerdas.
Después de varios días de decir que controlaba la situación a pesar de tener que cambiar la legislación para usar al Ejército, el Gobierno esloveno ya reconoce que está desbordado y pide ayuda a sus socios europeos.
El miércoles recibió a 12.676 personas desde Croacia, más de las que llegaban el pasado septiembre a Hungría cuando la crisis estuvo en su apogeo.
El comisario europeo de Inmigración, el griego Dimitris Avramopoulos, viajó a Eslovenia para evaluar la situación en las fronteras del país y coordinar la ayuda europea.
Los cierres fronterizos de Hungría han marcado una estrecha ruta. Los refugiados -unos 10.000 por día- llegan a las islas griegas desde Turquía en gomones. Grecia los lleva en ferrys hasta el puerto ateniense del Pireo.
Y desde ahí se buscan la vida para hacer, en colectivos, trenes o directamente a pie, una ruta para pasar por Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria hasta llegar a Alemania.
La falta de coordinación entre los gobiernos de esa ruta es, según las ONG con presencia sobre el terreno, el principal problema de la crisis migratoria. (I)