Publicidad
Ecuador fue invitado a codirigir la última recta de conversaciones en francia
El cambio climático ocasionaría 100 millones de pobres en 2030
El mundo entero está bajo la amenaza del cambio climático, pero son los más pobres los que están en mayor riesgo de afrontar los efectos inmediatos como sequías, inundaciones y fenómenos naturales extremos. Son ellos quienes están en peligro si los 195 negociadores, reunidos en la COP21 de París, no alcanzan un acuerdo para mantener la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados.
¿Por qué ellos? Esto es lo que el presidente Rafael Correa ha llamado en múltiples ocasiones ‘injusticia ambiental’ y lo que es reconocido por ecologistas. Si bien las grandes potencias se ubican al norte del mapa, quienes viven por debajo de la línea ecuatorial son más vulnerables a los cambios del clima.
En el reporte del Banco Mundial titulado “Mareas de shock: manejando los impactos del cambio climático en los pobres”, se sugiere cuán grande serían las consecuencias para las naciones empobrecidas y en vías de desarrollo.
En 1991, por ejemplo, el 36% de la población vivía en pobreza. Ya en 2015 el número bajó 10%. De continuar las sequías extremas en países africanos o las inundaciones en islas caribeñas, en 2030 el cambio climático podría empujar a 100 millones de personas a la pobreza.
Los habitantes con escasos recursos están en un riesgo substancial de perderlo todo, debido a los desastres naturales, explican los autores del informe. Tome de evidencia a lo ocurrido en Honduras, luego del huracán Mitch, donde los más pobres perdieron el 30% de sus bienes, como tierras de cultivo o viviendas. Esto implicó 3 veces más de lo que perdió una persona rica, según el Banco Mundial.
Este organismo indica también que sin una adecuada mitigación del cambio climático, los cultivos podrían perder el 5% de su productividad en 2030 y hasta el 30% en 2080. Esto impactaría en los precios de los principales alimentos y los más pobres serían incapaces de comprar comida. Además el aumento de temperaturas podría desarrollar infecciones como la malaria y diarrea, perjudiciales en países con deficiencias en el sistema sanitario y de salubridad.
¿Qué hacer? La clave está en las manos de las grandes potencias y sus promesas de reducción de gases de efecto invernadero (GEI), en especial de CO2. Los países más pobres o menos contaminantes necesitan ayuda económica para planes de mitigación y adaptación del cambio climático.
Y este apoyo solo podría venir de naciones ricas que de alguna manera con su avance industrial han llenado de humo tóxico los cielos de los países pobres. Es la ‘justicia ambiental’ que reclama Correa y el papa Francisco en su encíclica Laudato Si. En la COP21 se habla de un fondo verde que necesita de al menos $100.000 millones, y que al momento tiene solo promesas.
Los negociadores en París forcejearon hasta el último minuto de ayer para cerrar finalmente un borrador que deja en el aire los grandes temas de discusión, desde la financiación hasta los esfuerzos de cada país en función de su responsabilidad.
Dentro del texto, la clave está en los corchetes, unos 750 en la actualidad según cálculos de ONG, la mitad respecto al lunes pasado.
Por ejemplo, se habla de “[países capaces de]” o “[dispuestos a]” contribuir al fondo, es decir, no solamente los más ricos. De aprobarse el acuerdo vinculante en París, este entraría en vigor a partir de 2020.
Por otra parte Ecuador fue invitado por la presidencia de la COP21 para codirigir las negociaciones finales. El Ministro del Ambiente, Daniel Ortega Pachecho, junto a Tine Sundtoft, ministra de Clima y Ambiente de Noruega, serán facilitadores del grupo de negociación de metas a largo plazo. (I)