El aporte de los transgénicos y sus efectos generan debate
El impacto social más grande que han tenido los transgénicos en el país es que han excluido la opinión de los agricultores. Así lo afirmó Nicolás Cuvi, profesor de Historia de la Ciencia de la Universidad Autónoma de Barcelona en el foro “Transgénicos en América del Sur”, realizado el martes pasado en la Flacso.
Para Cuvi no solo hay que preocuparse por la sociedad científica, sino que es necesario establecer espacios para analizar de qué manera las capacidades biotecnológicas pueden aportar al Ecuador.
Agregó que un análisis tecnológico depende del contexto en donde la tecnología será producida. “Mi propuesta es considerar si una tecnología es o no pertinente. No podemos dejar esta decisión solo en manos de científicos”.
En contraparte, Rubens Onofre Nodari, profesor de Agronomía de la Universidad de Santa Catalina, en Brasil, anotó que no se pueden controlar los resultados ya que se trata de una tecnología impredecible.
Por otro lado, Nodari recalcó que las modificaciones genéticas en las semillas es el tema central a debatir en el país con la participación de los campesinos. “La arrogancia científica no permite que los campesinos expongan sus inquietudes en el debate”, reiteró el experto.
Cuvi manifestó que el ser humano está transformando los procesos productivos tradicionales. “Esto hay que reflexionarlo con profundidad, es decir, hasta qué punto estamos manipulando el papel de la humanidad en relación con el ambiente”.
Para Paola Leone, investigadora en Ciencias Biológicas de la Universidad Autónoma de Madrid, es necesario que exista una reglamentación técnica y no burocrática sobre el manejo, uso y producción de transgénicos, así como capacitaciones constantes para el personal que los manejará y utilizará.
Según Leone, las bacterias transgénicas son necesarias porque producen infinidad de sustancias importantes para la salud, como la hormona de crecimiento, insulina y proteínas.