En Guayaquil, el ministro de Inclusión Económica y Social, Iván Granda, junto a José Iván Dávalos, jefe de Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM Ecuador), Daniel Rueda, presidente de la Fundación Alas de Colibrí, organización de la sociedad civil que trabaja en la defensa y promoción de derechos humanos con énfasis en trata de personas, violencia basada en género y movilidad humana, y otras autoridades participaron de la entrega simbólica de la Casa Hogar Infanto-Juvenil de niñas y adolescentes.

En tanto que la viceministra del (MIES), Alba Jalón acompañó esta entrega desde la “Casa Linda” en Machala.

La iniciativa se da en el marco del proyecto denominado “Mejoramiento de Condiciones de Vida en Albergues Especializados”, financiado por el Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia (CERF) de Naciones Unidas, en el que se invirtió aproximadamente $ 75.000 en las adecuaciones para las tres infraestructuras, que atienden a un total de 90 niñas y adolescentes mujeres en las tres ciudades.

Este proyecto busca generar espacios de protección seguros y dotados de las características logísticas adecuadas que permitan la restitución integral de los derechos de las mujeres que se encuentran en acogimiento, así como propiciar espacios de trabajo seguros y amigables con las personas que conforman los equipos técnicos que ejercen sus labores dentro de dichos lugares.

“Estoy impresionado con la entrega y la cercanía que ha mostrado el ministro Iván Granda para mirar y resolver las necesidades que tienen las niñas y adolescentes en cada casa hogar pues estamos viendo que además de acompañamiento hay un compromiso por trabajar por quienes han sufrido algún tipo de violencia”, dijo José Iván Dávalos, jefe de Misión de OIM Ecuador.

Iván Granda señaló que su compromiso está en mejorar la atención para los sectores más vulnerables. “Mejorar la infraestructura de las casas de acogida es importante, pero, mucho más es brindar la oportunidad para que las niñas y adolescentes puedan tener las herramientas que les permitan restablecer su proyecto de vida”.

La inversión realizada por el Fondo Central para la Acción en Casos de Emergencia en las tres casas de acogida permitió realizar la revisión del sistema eléctrico, dotación de espacios para intervenciones terapéuticas, renovación de muebles de trabajo en las áreas de esparcimiento y de uso común, pintura en el área externa e interna. Así como comprar sábanas, colchones, camas, lavadora y secadora industrial, entre otros.

Mientras que Daniel Rueda, presidente de la Fundación Alas de Colibrí, manifestó que con estas acciones interinstitucionales se pretende incidir de manera significativa en la vida de mujeres adolescentes que han sufrido vulneraciones a sus derechos humanos fundamentales, tales como la trata de personas y la violencia sexual. (I)