Cada vez que la NASA revela un nuevo hallazgo en el espacio o los planetas, los científicos ganan nuevas esperanzas de encontrar vida en otros mundos. En abril, la Agencia Espacial de EE.UU. dijo que había encontrado agua en Marte, pero congelada, ahora la novedad es que fue hallada en estado líquido.
Para entender un poco mejor el posible impacto del descubrimiento, primero hay que responder algunas preguntas.

¿De dónde proviene el agua en Marte?

Michael Meyer, científico de la NASA, no descarta que el agua en el planeta rojo provenga del subsuelo, puesto que en Marte no llueve ni existen los ciclos regulares de la Tierra.

¿Qué tipo de actividad sería posible con la aparición del agua marciana?

Si hay suficiente líquido, se podría cultivar plantas en el interior de invernaderos inflables, según Meyer. Dado que las plantas convierten el dióxido de carbono (CO2) -abundante en Marte- en oxígeno, este podría ser un mecanismo útil para los futuros exploradores, permitiéndoles producir alimentos y lograr un ambiente respirable.

¿Cuál es la esperanza de los científicos?

Si existe agua, entonces habría vida, ha sido la conclusión de los académicos espaciales. Pero antes de pensar en formas extraterrestres, en el caso de Marte, el hallazgo abre la posibilidad de hallar microbios u otra forma de microrganismos.

¿Por qué los científicos están tan obsesionados con Marte?

En este punto hay muchas razones. La primera es que es el segundo planeta más cercano a la Tierra. Desde las primeras investigaciones en 1970, los especialistas se fascinaron con su superficie rocosa y estéril, y mucho más luego de descubrir elementos que podrían dar origen a la vida, como nitrógeno, oxígeno y carbono. La investigación de la NASA no termina este año, pues en 2016 se lanzará un nuevo robot, bautizado InSight, que por primera vez permitirá explorar las entrañas de Marte mediante un radar perforador. “Este instrumento podría descubrir acuíferos, lo que sería un enorme paso adelante para preparar los recursos necesarios para futuros exploradores”, explicó John Grunsfeld, administrador adjunto de la agencia.

Mientras que ESA (Unidad Espacial Europea), en el marco de su programa ‘ExoMars’, lanzaría en 2016 un satélite que orbitará en torno a Marte, al que seguirá en 2018 -en un programa junto con Rusia- un robot y una plataforma de exploración en la superficie del planeta. El objetivo es la detección de metano y de otras señales de actividad biológica.

Finalmente, en 2020, Estados Unidos enviará un nuevo robot de exploración similar a Curiosity, pero más sofisticado, con la meta de tomar muestras del suelo marciano y traerlas a la Tierra. (I)