Ecuador cumplió un mes con la medida del aislamiento social
El 11 de marzo de este año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al coronavirus como una pandemia letal. Para esa fecha, en China, Italia y España empezaron a morir miles de personas y la economía mundial comenzó a venirse abajo. Actualmente, en el mundo, hay más de dos millones de contagios y más de 140.000 muertos.
Es una de las crisis globales más graves de la historia, ni siquiera comparable con el efecto de las guerras mundiales. El Fondo Monetario Internacional lo confirmó: en 2020 el mundo vivirá la peor recesión económica en los últimos 90 años.
El mismo día en que la OMS declaró la pandemia global, el 11 de marzo, el Gobierno Nacional declaró la emergencia sanitaria por 60 días en el país y, seis después, para prevenir el contagio masivo, ordenó a la población el aislamiento obligatorio en sus viviendas y suspendió todas las actividades, excepto las de supervivencia.
Se dispuso también el toque de queda, cuya cantidad de horas iría variando según cambiaban las estadísticas de la propagación del virus en las ciudades. El primer toque de queda fue de 21:00 a 05:00, desde el 25 de marzo hasta hoy va de 14:00 a 05:00. Varios alcaldes han pedido que el toque de queda sea de 24 horas, pero el Gobierno ha dicho que el Ecuador no puede entrar en la inmovilidad total, porque los servicios deben funcionar y porque las farmacias y supermercados deben continuar abiertos con horarios especiales para que la población se abastezca.
En la economía, el país entró en una crisis más compleja con la llegada del virus, la caída brusca del precio del petróleo a valores no vistos desde 2002 ($ 20 el barril, para Ecuador menos del 50% de lo presupuestado).
A esto se suma la suspensión de operaciones de la Refinería de Esmeraldas y las roturas de tuberías del OCP y el SOTE en la Amazonía debido a que las lluvias en la zona arrastraron una parte de la montaña e hicieron un grave daño a las instalaciones. Esto podría demorar al menos un mes en repararse.
Se trata de una de las más graves situaciones de la historia, sino la peor como también se ha reconocido desde varios sectores. Ecuador atraviesa una crisis profunda y los recursos son mínimos. La pandemia repercute en la economía y el país la sufre sin moneda propia, sin reservas ni ahorros. Es una triple crisis: social, económica y de salud.
El Gobierno ha puesto todo su contingente para contener la propagación del virus. El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) sesiona todos los días, analiza las cifras de fallecidos, contagiados, pacientes en aislamiento domiciliario y hospitalario y la evolución de la expansión del virus en las 24 provincias. Sobre esta base se toman medidas sanitarias, económicas, y de convivencia diaria.
De acuerdo al COE, el contagio tiene un ritmo más lento de ascenso. Si se toma en cuenta que la curva empieza a aplanarse desde el 27 de marzo, día en que se registraron 7.253 casos, hasta ayer, con 9.022, el porcentaje de crecimiento en 23 días fue del 24 por ciento. Mientras que en 18 días, desde el 11 al 27 de marzo, el crecimiento fue del 2.270 por ciento.
La primera hipótesis, al cumplir el 17 de abril un mes de la orden de aislamiento social, es que las medidas de restricción empiezan a dar resultados. Y otro dato, en la misma línea, es que ha disminuido la cantidad de llamadas telefónicas al 911 y de pacientes que acuden a las emergencias en los hospitales públicos.
Sin embargo, el Gobierno ha decidido que todo abril será un mes de restricciones. Luego prevé implementar una política del semáforo para de a poco recuperar la normalidad, eso implica tres estados de situación: rojo, como se encuentra el país ahora, con fuertes restriccciones de movilidad y sanciones para quienes las incumplan; amarillo, con menores restricciones; y verde, de movilidad completa sin abandonar las normas de cuidado e higiene. (I)