Especial coronavirus
Donar sangre voluntario salva vidas y alivia el alma de las personas
Davis Laz no ha tenido “peros” para estirar su brazo y dejar que una aguja le extraiga la sangre de su cuerpo. Lleva años donando sangre porque tiene claro por qué y para qué lo hace. “Yo he donado sangre 12 veces para familiares, amigos, esposas de ellos que han estado realmente necesitados de pinta de sangre”, dice en un tono de voz que denota satisfacción.
Él sabe que hay personas que no tienen la facilidad de adquirir una pinta para un familiar en problemas de salud. La urgencia la sintió también en carne propia. “Tuve un hermano que se accidentó y necesitaba tres pintas de sangre. Yo pude hacerle una donación, pero me favoreció que en mi círculo de amigos me ayudaron en ese momento”, dice.
Este domingo 14 de junio de 2020 es para agradecer a las personas que como David hacen este gesto altruista, en el Día Mundial del Donante Voluntario de Sangre.
Mónica Pesántez, gerente del Hemocentro Nacional de la Cruz Roja Ecuatoriana (CRE), saluda la disposición de los ecuatorianos para esta práctica humanista.
La doctora Pesántez asegura que hay una razón importante para sensibilizarse y sumarse: la sangre es un bien común que no se fabrica. “Todos los ciudadanos tenemos el deber social de, si estamos sanos donar sangre, porque si no, no se abastecerían los bancos de sangre”, señala. De ahí que se le dé tanta importancia a estas donaciones de sangre.
En este país, la nueva Ley Orgánica de Salud estableció que la sangre provenga toda de los voluntarios. Esto, al decir de la doctora Pesántez, marca un cambio porque ya no es solo la Cruz Roja la que trabaja en promocionar la donación voluntaria de sangre, sino que ya lo hace la autoridad sanitaria.
A nivel nacional, según cifras de la CRE, existe un crecimiento sostenido desde 2010, de 50% de donantes voluntarios a los 99% en 2019. Esto es importante para el país, porque significa que aumenta el porcentaje en este indicador y ya no el de donantes familiares o personas que acuden a donar porque tienen un familiar enfermo.
En el país, 16 de cada 1.000 personas donan sangre, o sea un 1% a nivel nacional. Este indicador es mayor en la provincia de Pichincha, donde es de casi el 3%. La cifra actual es cercana a lo estipulado por la OMS de un 2% de donantes.
En enero pasado se lograron 18.000 donantes, en febrero la cifra fue similar, pero a finales de marzo el número bajó. Ya en abril fueron 4.420 donantes, gracias a que vencieron el miedo por el covid-19 y permitieron que las colectas se hicieran a domicilio, con una unidad móvil y algunos sí acudieron a los centros de donación.
En mayo la cifra ha subido a 10.320 donantes (unos 500 por día), pero también aumentó la demanda, por lo que la CRE hizo un llamado al voluntariado.
En el año 2019 fueron captadas 204.800 pintas provenientes de donantes voluntarios en todo el país. Con esta cantidad se generaron más de 546.409 productos sanguíneos para mejorar o salvar la vida de miles de personas.
La doctora Pesántez señala hay que crear una cultura desde niños para que no sea necesario motivar y sensibilizar, y que al cumplir los 18 años los ciudadanos acudan a donar de manera regular. “Es decir no una sola vez, sino que los hombres lo pueden hacer cada tres meses y las mujeres cada cuatro”.
En Guayaquil, Davis Laz, como otros, están dispuestos a donar en plena pandemia si fuera necesario.
OMS llama a garantizar las condiciones para donar sangre
La Organización Mundial de la Salud (OMS) hizo un llamado este 2020 para que los gobiernos nacionales, autoridades locales y sanitarias garanticen las condiciones y que las donaciones de sangre se lleven a cabo en las condiciones más seguras.
El organismo señala que esto permitiría aumentar la recolección de sangre de donantes no remunerados, proporcionar atención de calidad a los donantes, promover y aplicar un uso clínico adecuado de la sangre e implantar sistemas de supervisión y vigilancia de la cadena completa de transfusión sanguínea.
Este acceso a la sangre segura, señala la OMS, sigue siendo un privilegio de unos pocos, ya que la mayoría de los países de ingresos bajos y medianos tienen dificultades para conseguir sangre segura porque faltan donaciones y equipos para analizarla.
A escala mundial, el 42% de estas donaciones se hacen en países de altos ingresos económicos donde solo vive el 16% de la población mundial. (I)
Este homenaje a los donantes responde al natalicio de Karl Landsteiner, descubridor de los grupos sanguíneos ABO. Nobel de Medicina en 1930. Foto: Archivo / El Telégrafo