Dispensario de marihuana con fines médicos se abre en EE.UU.
Washington/Buenos Aires.- A apenas un kilómetro del Congreso estadounidense, Capital City Care, el primer dispensario de marihuana medicinal de Washington D.C., abrió sus puertas para proveer “alivio” a los pacientes tras años de batallas legales y bajo una “estricta” regulación.
Capital City Care es el primero de los tres dispensarios autorizados para el Distrito capitalino de Columbia por parte del Departamento de Salud de los Estados Unidos, y prefiere mantener un bajo perfil por el complejo terreno legal en el que se ubican y las severas regulaciones que aplican.
“Este servicio será solo para residentes de D.C. y sólo si el médico, también de D.C., certifica que existen enfermedades graves, como esclerosis múltiple, sida o cáncer. Además, los pacientes deberán a su vez recibir autorización expresa”, explicó Morgan Fox, jefe de prensa del Marihuana Policy Project, la principal organización nacional que lucha por la despenalización.
En el país, 18 estados permiten el uso medicinal de la marihuana. En ningún caso se consiente el consumo en los dispensarios. Además, los pacientes recibirán la marihuana en una bolsa sellada que solo podrán abrir y consumir en casa y dispondrán máximo de dos onzas (56 gramos) al mes. “Incluso los pacientes registrados pueden ser arrestados si transportan marihuana o se les encuentra en una bolsa abierta con ella fuera de su vivienda”, precisó.
Con la bóveda del Capitolio al fondo, la sede de Capital City Care se halla en un discreto edificio de un barrio humilde, en el noreste de la ciudad, en el que sobresalen las advertencias de seguridad y varias cámaras de vigilancia. “Hay que recordar que la marihuana es una sustancia controlada. Pero hacemos esto por los pacientes. Es un riesgo que corremos, pero tenemos un programa muy estricto”, indicó David Guard, gerente del dispensario, en declaraciones a la prensa local.
Guard señaló que es una marihuana “muy pura y potente”, por lo que las medidas de seguridad son fuertes. Por el momento y tras obtener su licencia están a la espera de la llegada de los primeros pacientes, quienes tienen previsto comenzar a recibir sus licencias a inicios de este mes. Los tres dispensarios se nutren de marihuana cultivada en otros tantos centros de cultivo, con un máximo de 99 plantas cada uno, pero deben estar también radicados en el Distrito de Columbia. No se puede ingresar o sacar marihuana del distrito capital hacia los vecinos estados, de Maryland y Virginia, donde está prohibido el consumo medicinal. Pese a las restricciones, la apertura de estos dispensarios supone una victoria para los pacientes y grupos a favor de la despenalización.
Mientras que en EE.UU. se regula la utilización terapéutica de la planta, en otros países se convocan marchas para el reconocimiento de sus usos medicinales, industriales y la regulación del acceso al mismo. El pasado 4 de mayo se realizó la “Marcha Mundial de la Marihuana”, que en países como Argentina, reunió a miles de personas de diferentes regiones del país.
En Quito, organizaciones como Ecuador cannabico, Diabluma, Despenalización Ecuador, Club Cannabis, entre otras, se unieron a este movimiento que nació en 1999 de forma simultánea y autónoma, el primer sábado de mayo de cada año, en las ciudades del mundo. La caminata comenzó en el parque La Carolina, desde donde se dirigieron a la Asamblea Nacional y convocó un poco más de cien personas. “El objetivo es realizar un reclamo común que evidencie la cantidad de personas que exigen normalizar la situación de la planta de cannabis y terminar con la criminalización”, indicaron los organizadores en el sitio web argentino desde donde se organizó la actividad en ese país.