En la última década las costumbres alimenticias en el país cambiaron y este es uno de los factores que predispone a una persona a enfermar de diabetes. Así lo contempla el Ministerio de Salud Pública.

Uno de los casos es el de Martha Zerna (63 años), quien recibió el diagnóstico hace 10 años. En ese momento le enviaron una dieta específica y medicamentos, pero ella no cumplió con su tratamiento: en la actualidad ya no sirven sus riñones y desde hace 2 años se somete a diálisis.  Luego de eso lleva un control estricto.

La alimentación es uno de los factores indispensables para evitar afectaciones más graves, según destaca María Vanegas, jefa del Servicio de Endocrinología del Hospital Luis Vernaza.

Expresa que el 95% de quienes tienen diabetes tipo 2 la generan por una mala alimentación y el sedentarismo.

Es decir una dieta hidrocarbonada y con una carga calórica demasiado alta. Cuando no se hace ejercicios el azúcar de la comida queda en el organismo y el páncreas empieza a trabajar más de la cuenta para incorporarla en cada célula, hasta que el páncreas se agota y es en ese momento en que el azúcar queda alta en la sangre.

Explica que es muy importante reconocer a un prediabético: cuando en un examen en ayunas a una persona le sale 100 o 125 en glicemia.

Con una dieta saludable y con ejercicio se pueden revertir esos valores y evitar la diabetes, pero eso depende del paciente.

La diabetes es una de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), un problema de salud pública que ocasiona sufrimiento, además de un perjuicio socioeconómico, a nivel local y mundial.

Según la Federación Internacional de Diabetes, en el 2015 hubo 415 millones de adultos de entre 20 y 79 años con diagnóstico de diabetes a nivel mundial, incluyendo 193 millones que aún no eran diagnosticados. La entidad estimó que para 2040 existirán en el mundo 642 millones de personas viviendo con esta enfermedad.

Tanto en el hospital Luis Vernaza como en el Seguro Social existen clubes de diabetes que buscan que los diagnosticados con dicha enfermedad mejoren sus niveles de vida. Pero también pueden acudir a ellos quienes desean aprender hábitos saludables para alimentarse.

La nutricionista del hospital Efrén Jurado, del Seguro Social, resalta que quienes tienen factores genéticos deben tener una alimentación más saludable para evitar la enfermedad.

La especialista detalla que esto es consecuencia del desarrollo de la industria de alimentos procesados y de la comida chatarra, lo que influye en la alimentación general de la población. Recomienda que la familia, en general, cambie sus hábitos alimenticios y empiece a comer sanamente.

Lo principal es eliminar los hidratos de carbono simple, evitar las gaseosas, incluso las light, porque el cerebro no sabe cómo procesarla y la convierte en glucosa. Además, evitar los chocolates porque carecen de fibra. Es importante que en la merienda haya proteínas. (I)