Cuatro religiosos sospechosos de pederastia detenidos en España
Cuatro religiosos españoles sospechosos de abusos sexuales a menores en una parroquia de Granada, en el sur de España, fueron detenidos este lunes, anunció el ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz.
"Se ha procedido por parte de la policía a la detención y puesta a disposición judicial de cuatro personas, cuatro sacerdotes implicados en ese asunto", afirmó el ministro a la radio pública española.
Los detenidos son tres curas y un profesor de religión, precisaron fuentes de la investigación a la prensa.
El escándalo estalló después que un joven, ahora mayor de edad, escribiese una carta directamente al papa Francisco, denunciando abusos sexuales cuando era menor por parte de un grupo de religiosos.
"Querido santo padre: tengo 24 años y soy miembro del Opus Dei". Así empieza la carta dirigida al Vaticano, informa el diario El País.
El joven, que frecuentó entre los 7 y los 18 años la parroquia de Granada donde oficiaban estos sacerdotes, mencionó en especial a cuatro de ellos. "Las prácticas sexuales más frecuentes iban desde masajes a masturbaciones y besos en la boca", afirmaba el diario citando la carta.
Otros menores, niños y niñas, habrían podido sufrir abusos sexuales, se inquietaba el joven en su carta, asegurando que otros religiosos estaban al corriente de lo que ocurría.
Tras conocer el caso, el papa Francisco llamó directamente al joven para pedirle perdón en nombre de la Iglesia católica.
El arzobispado de Granada había confirmado a mediados de noviembre una investigación por abusos sexuales a menores contra un grupo de curas, suspendidos de sus funciones.
El arzobispo, Francisco Javier Martínez, rezó postrado en el suelo el domingo ante el altar mayor de la catedral de la ciudad para pedir perdón "a todas las personas escandalizadas por la conducta de la Iglesia".
Desde que tomó el relevo de Benedicto XVI, el papa Francisco aboga por la tolerancia cero con la pederastia, lacra que podría haber causado decenas de miles de víctimas y desacreditó con fuerza a la Iglesia católica.
La mayoría de los casos se remontan a los años 1960 a 1980, y el escándalo se vio amplificado por la tolerancia que durante mucho tiempo disfrutaron algunos sacerdotes pedófilos por parte de una jerarquía preocupada por preservar ante todo la reputación de la institución.