El manual insta a la población a practicar ejercicios y tener una alimentación basada en la ingesta de legumbres
Consumo de azúcar debe ser menor al 10%
El agregado de azúcar en los alimentos debe representar menos de 10% de las calorías diarias, según una pauta dietética publicada por el gobierno de Estados Unidos, que por primera vez fijó límites específicos en el consumo de dulces.
Las directrices 2015-2020, que cada cinco años lanza el Departamento de Salud y Servicios Humanos, coinciden con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El ente sostiene que se debería reducir a menos del 10% de la ingesta calórica total, aunque una reducción por debajo del 5% produciría beneficios adicionales.
Las recomendaciones para reducir la ingesta de azúcares libres a lo largo del ciclo de vida se basan en el análisis de los últimos datos científicos. Estos datos muestran, en primer lugar, que los adultos que consumen menos azúcares tienen menor peso corporal y, en segundo lugar, que el aumento de la cantidad de azúcares en la dieta va asociado a un aumento comparable del peso.
Además, las investigaciones evidencian que los niños con los niveles más altos de consumo de bebidas azucaradas tienen más probabilidades de padecer sobrepeso u obesidad que aquellos con un bajo nivel de consumo de este tipo de bebidas.
La directriz estadounidense señala también que las grasas saturadas deben totalizar menos del 10% de la ingesta diaria. Varios grupos de consumidores saludaron la publicación de la guía como un paso importante en un país en el que más de un tercio de la población adulta -unos 79 millones de personas- es obesa.
Por su parte la OMS destaca que es importante incluir grasas cardiosaludables en la alimentación diaria para la obtención de energía y la necesidad de sustituir las grasas saturadas –presentes en las carnes grasas, productos lácteos enteros y derivados, como la manteca– por insaturadas como aceite de oliva y pescado.
Tras su última revisión, la OMS recomendó consumir entre 20% y 35% de grasas total, de las que entre 6% y 11% deben ser poliinsaturadas –con 2.5% y 9% de Omega 6, y 0.5% y 2% de Omega 3–; entre 15% y 20% monoinsaturadas y menos de 10% grasas saturadas.
Las normas del gobierno de EE.UU. siguen las recomendaciones formuladas por un Comité Consultivo que en febrero pasado instó a reducir el consumo de carne roja, pero se ocupa menos de la ingesta de colesterol. Estas normas dietéticas no contienen consejos para limitar el colesterol de los huevos en sus “recomendaciones clave”.
Comer menos carne roja está ligado a un riesgo menor de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, así como de obesidad, de diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer, señala la guía.
También recomienda un estilo de vida saludable, que incluye ejercicio regular y una dieta basada en verduras y granos enteros. “Los consejos incluidos en las directrices dietéticas de 2015 son sanos, razonables y están basados en la ciencia”, expresó Michael Jacobson, presidente del Center for Science in the Public Interest de EE.UU. (I)