Consejos para cuidar la piel en tiempos de pandemia
Una de las principales recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el constante lavado de las manos, mínimo cada tres horas. Sin embargo, nuestra piel no está acostumbrada a este constante contacto con el agua.
Por esto, muchos están experimentando resequedad o piel tensionada. Expertos explican que, aunque algunos jabones contienen soluciones nutritivas, la manera más efectiva de evitar la resequedad es aplicar cremas hidratantes después del secado de las manos.
Actualmente en Ecuador, hay más de 36.756 infectados con el covid-19 y en el mundo la cifra supera los 3 millones de personas, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud Pública.
Una de las principales razones por las que este virus tiene una rápida propagación es porque su tiempo de durabilidad fuera del cuerpo, dependiendo del material, puede ser de días.
“El virus, no es un organismo vivo, sino una molécula de proteína (ARN) cubierta por una capa protectora de lípidos (grasa), que al ser absorbida por las células de las mucosas ocular, nasal o bucal, cambian su código genético y las convierten en células agresoras y multiplicadoras que se desintegran solas dependiendo de la temperatura, la humedad y el tipo de material donde reposa”, explica la doctora Andrea Rojas, Jefe Médico de BASF.
Lavarse las manos resulta efectivo para prevenir la propagación del virus porque los jabones logran que sus moléculas interrumpan los enlaces químicos que hacen que esta infección se adhiera a la piel. Sin embargo, el reiterado lavado de manos o el uso de antibacteriales con un alto porcentaje de alcohol pueden irritar o generar picazón.
En cualquiera de los casos, resulta aconsejable cuidar la piel aplicando alguna crema o loción para manos o cuerpo que contribuya a restaurar la barrera cutánea para hidratarla e impedir la formación de grietas.
“Para mantener la piel humectada, hidratada y protegida, se puede optar por una loción o crema con activos e ingredientes de origen natural. Por ejemplo, existen aceites preciosos como el Lipofurctyl Argán de BASF, que contribuyen a la nutrición, reparación e hidratación de la piel; así como bioactivos provenientes de la semilla de moringa, un superalimento popular, también llamado árbol de la vida, que forman una película protectora en la superficie de la piel que la protege de la acumulación de impurezas, repele las partículas de polvo y dan un efecto détox, como el Purisoft y Puricare de BASF, entre otros”, explica Lina Joya, Responsable de Mercadeo para la línea de Cuidado Personal de BASF
Por su parte, productos con Dulcemin, un bioactivo basado en la proteína orgánica de la semilla de almendra dulce, ayudan a fortalecer la piel sensible y a resistir contra los agresores externos, otorgando una hidratación inmediata debido a la sustantividad de su extracto.
Existen, además, complejos purificantes que estimulan el sistema de defensa de la piel, como es el caso de Betapur, un bioactivo basado en el extracto de la hoja de boldo que activa la acción de la β-defesinas, responsables de activar el sistema de defensa natural de la piel, sin desencadenar ninguna reacción inflamatoria.
El boldo es otro poderoso extracto natural para eliminar las imperfecciones y disminuir el enrojecimiento visible de la piel.
Por su parte, los antibacteriales, ya sea en gel o spray, solo son efectivos si tienen 60 a 70 % de alcohol como mínimo y funcionan como un complemento al disolver la capa lípida externa del virus, pero no reemplazan los resultados que se obtienen en el lavado de manos con agua y jabón. (I)