La comunidad internacional destaca el Nobel de la Paz al Programa Mundial de Alimentos
La comunidad humanitaria aplaudió de forma unánime el premio Nobel de la Paz concedido este viernes 9 de octubre al Programa Mundial de Alimentos (PMA), recordando la emergencia que representa el hambre a nivel mundial y su relación directa con situaciones y contextos de conflicto.
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó en un comunicado que, "en un mundo de abundancia, es inconcebible que cientos de millones de personas se vayan a la cama con hambre todas las noches". Varios millones más "están ahora al borde de la hambruna debido a la pandemia del covid-19".
En este contexto, los trabajadores del PMA esquivan el "peligro" y la "distancia" para ayudar a quienes "no tienen segura su próxima comida". La agencia, según Guterres, "opera por encima del terreno de la política, dejándose guiar por las necesidades humanitarias".
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, confía en que el galardón, "más que merecido", sirva para evidenciar "el problema de la seguridad alimentaria para los más vulnerables", mientras que el director de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu Dongyu, destacó que se reconozca "la importancia de la seguridad alimentaria" y se mostró "muy orgulloso" de la labor del PMA.
Las felicitaciones llegaron también de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), así como del director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, que expresó su "enorme admiración y respeto" por el trabajo "vital" que desempeña el PMA.
El director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué, ve un "acierto" que el Comité Noruego "haya centrado su atención en el hambre, un tema que pese a no estar de moda, es una de las consecuencias más crueles de la pandemia", especialmente cuando se constatan "los estrechos vínculos entre el hambre y los conflictos que existen en la actualidad".
"Seis de cada diez personas con hambre viven en países en conflicto. El hambre es crecientemente utilizada como arma de guerra, con asedios y ataques indiscriminados a campos de cultivos, estructuras de agua o de almacenamiento de alimentos y ganado, que atentan contra todos los principios del derecho internacional humanitario", advirtió Longué en un comunicado.
Las ONG Oxfam, Plan International y el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) figuran igualmente entre quienes valoran positivamente el Nobel de 2020. El secretario general del NRC, Jan Egeland, apuntó que "el trabajo de las organizaciones humanitarias nunca ha sido más importante que en las circunstancias extraordinarias de 2020", con una pandemia de coronavirus que no ha hecho sino complicar todos los escenarios. (I)