El estudio sobre la inclusión de las Tecnologías de la Información (TIC) en los centros educativos de la región evidenció que -esta herramienta por sí sola- no garantiza el mejoramiento de la práctica pedagógica en el aula.

Así lo reconocieron los organismos que fueron parte de este análisis efectuado por Fundación Telefónica en 144 centros educativos que forman parte de su programa.

La investigación desarrollada durante cinco años reveló que siete estudiantes por jornada acceden a un computador para uso pedagógico, y nueve  a una computadora con conexión a internet; mientras el 82% de instituciones tienen conexión a banda ancha.

Los computadores -dentro de la institución- están disponibles en el 75% en las salas de informática y 16% en el área administrativa.

A nivel de Ecuador se mostró que 14 alumnos -por jornada- acceden a una computadora para la enseñanza; y solo el 21% de docentes utilizó esta herramienta al menos 30 minutos a la semana y 22% no usó las aulas digitales para dictar clase.

“La tecnología no garantiza una calidad de la práctica pedagógica porque requiere una contextualización de las TIC -según el lugar donde se las inserta- porque no es lo mismo la ciudad que el campo”, refirió Natalia Armijos, representante de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

El 30% de docentes consideró que el funcionamiento del internet es bueno, mientras el 16% no tiene conectividad y el 19% dijo que casi nunca funcionó.

El informe recalcó que la mala conexión puede desmotivar al docente y al estudiante en el uso de estas herramientas.

Salvo Uruguay, los seis países restantes del estudio incluido Ecuador, mostraron un nivel medio bajo en la disponibilidad de las TIC en sus centros de enseñanza.

En el país, de los 20 centros analizados, 15 están en nivel medio bajo y solo cinco están dentro de los medio altos.

Héctor Moya, director de la Agenda digital educativa del Ministerio de Educación, afirmó que el dotar de internet a 5.000 establecimientos educativos del país no representó una mejora en la calidad de la educación.

“Al parecer ese servicio se quedó en la parte administrativa de las instituciones; y tampoco la entrega de computadoras portátiles a los profesores ayudó”.

El funcionario recalcó que la parte fundamental para incorporar la tecnología en el aula es la capacitación previa de los maestros.

Acotó que es necesario darles tiempo eliminando la carga administrativa que tienen de subir al sistema el registro de asistencia y de calificaciones quimestrales, lo que les toma más de 90 minutos.

Contó incluso, que muchos docentes deben levantarse en la madrugada para tener un internet adecuado que les permita llenar las matrices.

Por ello se mejorará la plataforma a fin de que los docentes puedan ingresar la información requerida en menos de 30 minutos en matrices más simples.

Además, hasta finales de este año, se entregarán los implementos necesarios para que 2.500 instituciones cuenten con aulas digitales en las que habrá intranet, proyector y una especie de netflix educativo con contenidos digitales (audios y videos) que refuercen la enseñanza impartida.

Se entregarán 30.000 laptops a docentes y al menos 15.000 proyectores.

La viceministra de Educación, Mónica Reinoso, expresó su preocupación por la calidad de la enseñanza y entiende la importancia del acercamiento de la tecnología a los maestros para lo que se instauró la ‘clase inversa’.

A través de la misma, los alumnos llegan al aula con la investigación sobre un determinado tema y son ellos mismos los que al final sacan -entre todos- los conceptos.

“Más que el equipamiento tecnológico es necesario un acompañamiento tecno-pedagógico a los maestros quienes por primera vez se enfrentan a la tecnología y a veces se les hace complicado, sobre todo cuando sus alumnos muchas veces saben más que ellos y eso no les deja en un buen papel frente a la clase”.

Para la docente Martha Rodríguez, quien es parte de las aulas de Telefónica, uno de los mayores retos fue pasar de la figura del maestro que lo sabe todo a  dar un espacio a los estudiantes.

“A ellos la tecnología les atrae y es nuestra labor encontrar el mejor camino para atraparlos en el aprendizaje de cada tema”.

Rodríguez dijo que la implementación de las nuevas tecnologías les permitió compartir más con los chicos y motivar en la creación de pequeños proyectos con distintas plataformas para la aplicación de la materia.

Por su parte la maestra Gladys Vaca contó que en su establecimiento existen unos 700 estudiantes y siempre la idea fue brindarle un valor agregado a la información que trasmiten a cada uno.

El 85% de actividades extraescolares utilizaron los recursos tecnológicos.

“Este programa nos brindó las herramientas para mejorar la enseñanza de niños y jóvenes de la institución”. (I)