Desde los últimos días de octubre y casi todo noviembre, por su proximidad al Día de los Difuntos, la preparación de la colada morada en Ecuador es más frecuente. Sin embargo, al sur de Guayaquil, en Guaranda y Francisco de Marcos, se la vende los 365 días del año.

Helena Naranjo Endara, de 53 años, ha conservado una tradición familiar que inició hace 20, gracias a su hermano, Jorge, quien falleció tras un derrame cerebral.

El negocio, que en sus comienzos vendía platos típicos y colada de avena, más tarde logró incluir la colada morada dentro de sus especialidades. Ella se encargó del local hace nueve años. Aunque consideraba que no tenía el carisma de su hermano para atender a los clientes, ha logrado desarrollar esa capacidad con el paso de los años.    

Desde sus inicios el negocio fue familiar. Mientras Jorge se encargaba de la colada, Helena realizaba la venta de guaguas de pan.
“Mi hermano decía que la colada morada no solo debía venderse en época de difuntos, por eso la hacía todos los días. Inició con cinco litros y poco a poco aumentó la clientela”, explicó Helena, quien en la actualidad vende alrededor de 400 litros de esta bebida tradicional en época de difuntos. “Hace algún tiempo incluso se vendieron 12 ollas de colada morada (cada una con 100 litros)”.

La fama de este pequeño negocio empezó cuando varios choferes (taxistas y buseteros) se convirtieron en clientes de Jorge, quien inició con la tradición. Luego llegó la prensa y poco a poco esa pequeña hueca tradicional captó la atención de turistas que deseaban degustar la bebida típica de Día de Difuntos fuera de su temporada.

El negocio de la familia Naranjo ha recibido a personajes como el exalcalde Jaime Nebot Saadi, el cantante Israel Brito, la reina de Guayaquil 2018, Karime Borja; Gloria Gallardo, directora de la Empresa Pública Municipal de Turismo; y los excandidatos a la presidencia Álvaro Noboa y Guillermo Lasso.

El local también participó por años en la Feria Raíces y está dentro del listado de las huecas recomendadas para la ruta de la colada morada.

Una labor que se realiza todos los días requiere de constancia. Por ello, Helena cree que lo fundamental es hacer la colada con amor. Ella se encarga de llevar el control de calidad de todos los productos que adquiere en el mercado Montebello, con el fin de asegurar el buen sabor. (I)