Celebran la primera boda gay pública en Uruguay
La emotividad y la reivindicación de los derechos de los homosexuales marcaron la primera boda gay pública celebrada hoy en el Registro Civil de Uruguay, tal y como establece la nueva normativa aprobada recientemente en el Parlamento de este país suramericano.
La pareja conformada por Rodrigo Borda y Sergio Miranda, que dirige la revista uruguaya Friendly Map, se dieron el "sí, quiero" a las 11.30 hora local (14.30 GMT), sin ocultar su emoción y felicidad tras recibir su libreta de matrimonio ante decenas de familiares y periodistas.
La ceremonia se realizó en el Registro Civil de Montevideo, donde se anotaron el pasado 5 de agosto, el primer día en que entró en vigor en el país la Ley del Matrimonio Igualitario.
Borda, licenciado en comunicación de 39 años, ataviado con una chaqueta de color rojo y una camisa rosa con lunares, y Miranda, productor audiovisual de 45 años, vestido con una chaqueta gris claro y una llamativa camisa estampada, fueron casados por el oficial de estado civil Julio César Comastri.
El mismo funcionario fue el que unió en matrimonio el pasado mes al futbolista uruguayo Diego Forlán, actualmente en el equipo brasileño Internacional, y a su novia, la estudiante de medicina Paz Cardoso.
Según afirmó Miranda a Efe, el de hoy es un "día histórico para Uruguay. Es un momento muy importante y el mensaje que da nuestro país al mundo es muy positivo, cuando en otros, como Rusia, pasan cosas horribles".
Miranda hizo referencia así a las leyes recientemente aprobadas por el Gobierno ruso que penalizan a quienes propaguen mensajes sobre relaciones sexuales no tradicionales y castigan a los que expresen en internet o en las noticias una opinión favorable a los gays.
Se trata de "leyes homofóbicas detestables, que son una vergüenza internacional. Uruguay, afortunadamente, se encuentra en las antípodas, mientras que en Rusia se incita a la violencia, como en un régimen nazi", denunció.
Sobre la jornada histórica que protagonizó junto a su pareja, con la que convive desde hace 14 años, aseguró que se trata de "un triunfo de la sociedad civil".
Asimismo, recordó que la homosexualidad sigue siendo una tema "complicado" para muchas personas "en lo laboral y en lo familiar" y dijo que para quienes revelan esta orientación sexual, el apoyo de la familia "es todo".
"Si lo que hicimos hoy sirve para normalizar el tema y ayudar a las personas, bienvenido sea", agregó.
Entre los testigos de la pareja estaba Michelle Suárez, representante del colectivo gay uruguayo Ovejas Negras y la primera mujer transexual abogada de Uruguay.
Para Suárez, que fue una de las redactoras de la ley del Matrimonio Igualitario, se empieza a "destruir los mecanismos de discriminación hacia el colectivo homosexual".
"Se cambia la visión de la sociedad, que era fundamentalista y homogénea, y se reconoce la heterogeneidad", afirmó.
La boda de Rodrigo y Sergio se produce dos días antes de su aniversario como pareja, ya que se conocieron a la salida de una discoteca la madrugada del 24 de agosto de 1999.
"En aquel momento, no imaginábamos que unos años después pudiéramos casarnos y vivir libremente en pareja", destacó Miranda.
El pasado lunes, otra pareja de homosexuales uruguayos, que se casó el año pasado en Buenos Aires, recibió formalmente los documentos que la acredita como matrimonio por parte de las autoridades de su país y que validan legalmente su situación.
Además, el primer día de entrada en vigor de la normativa, un funcionario del Registro Civil realizó la primera boda gay al casar a dos hombres en un hospital de Montevideo, en una ceremonia privada y que se llevó a cabo "in extremis", saltándose los procedimientos habituales, debido al estado terminal de cáncer que sufre uno de ellos.
La Ley uruguaya, aprobada el pasado abril, señala que la institución del matrimonio "implicará la unión de dos contrayentes, cualquiera sea la identidad de género u orientación sexual de estos, en los mismos términos, con iguales efectos y formas de disolución que establece hasta el presente el Código Civil
De este modo, el matrimonio homosexual se abre paso en América Latina alentado por la legalización en Argentina, Brasil, Uruguay y la capital de México pese a la resistencia de sectores conservadores y los vacíos legales en varios países.