Los chicos de tercero de bachillerato se convirtieron en el tercer grupo de sustentantes que rinden el examen Ser Bachiller, el cual a diferencia de los anteriores contiene menos preguntas y fue elaborado acorde con los estándares educativos de 2016. Primero lo hicieron las personas con discapacidad, al igual que grupos de atención prioritaria y luego los graduados de años anteriores.

Después de haber recibido clases en casa, acudir a un curso de nivelación o usar el simulador del Ineval, los futuros bachilleres, de diferentes instituciones educativas públicas, privadas y fiscomisionales de la Costa, desde este lunes 20 y hasta el 23 de enero de 2020 hacen la prueba para graduarse y postular a la educación superior.

Kiara Vega, de 17 años, estaba ansiosa por ingresar a  uno de los tres laboratorios de cómputo habilitados en el colegio Vicente Rocafuerte, de Guayaquil. Ella es parte del universo de 169.347 escolarizados en la Costa programados para dar el examen.

La adolescente había pasado la madrugada del lunes repasando el cuestionario del Ineval con la finalidad de responder correctamente las 120 preguntas. Antes eran 155.

Durante dos meses Kiara se preparó con clases particulares de química con un profesor que sus padres contrataron. Su anhelo es seguir la carrera de Medicina. “Lo que más deseo es que las 120 preguntas no sean tan complicadas y que estos cambios nos beneficien para así obtener el alto puntaje que me exigirá la universidad”.

Edwin Palma, director ejecutivo del Instituto Nacional de Evaluación (Ineval), aclaró que los cambios en la prueba no tenían como finalidad ser más fáciles o difíciles, sino más “pertinentes, justos y equitativos”.

El funcionario indicó en entrevista con el Telediario, que conversó con muchos jóvenes después de sus pruebas. “Estaban satisfechos porque decían que, si bien habían preguntas un poco complicadas, muchísimos de los temas que constaban en las evaluaciones fueron discutidos en sus aulas”.

Además de la reducción de preguntas los alumnos ya no encontraron interrogantes abstractas, sino solo de Matemáticas, Ciencias Sociales, Naturales y de Lenguaje. Los resultados del test se entregarán el 26 de febrero de 2020.

Padres esperaban a sus hijos

Mientras los estudiantes rendían la evaluación, sus padres esperaron en los patios del colegio a sus hijos. Sara Arias tranquilizó a su hija Daniela antes de ingresar a dar la prueba. Ella confía que su hija obtenga un buen resultado. “No quisiera verla como otros jóvenes que no logran ingresar a un centro superior y deciden dedicarse a trabajar”.

Tania Madero pagó a un profesor de matemáticas para que le dictara clases particulares de la materia y ciencias a su hijo Jeremy, quien desea ingresar a la Policía.

Desde el 21 hasta el 23 de enero continuará el examen Ser Bachiller.  Hay 2.104 sedes y 2.685 laboratorios para que se lo rinda. En la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón) se prevé  que 49.590 estudiantes rindan la evaluación.

Milena Revelo y Ximena Cajas, alumnas del Vicente Rocafuerte, harán el miércoles el test. Ambas se han preparado a través del simulador del Ineval. “Creo que he dado la prueba más de 20 veces. De esta manera he comprobado en qué estoy fallando”, aseguró Ximena.

Ellas esperan que con la modificación que tuvo el examen las notas les alcancen para postular a la educación superior y no volver a hacer esta prueba. “Esperamos que al primer intento podamos ir a la universidad”, asegura Milena. Ella quiere seguir Administración de Empresas y Ximena una carrera relacionada con ventas en redes.

En el país seis de cada 10 estudiantes que dan la prueba acceden a un cupo para cursar sus estudios superiores.

Según el titular del Ineval, han envidenciado que la deserción temprana por período se ha reducido tres puntos. Señala que esto se debe a la revalorización de los estudios superiores, la inversión tecnológica y la apertura de carreras en línea que han permitido ampliar el acceso a la educación. (I)