La mayor ingesta se concentra en los adolescentes, según un estudio de la EFSA
Cafeína en energizantes, riesgo para la salud
En los últimos años, las bebidas energéticas han incrementado su popularidad y se utilizan para sobrellevar el cansancio del trabajo diario o las largas noches de fiesta.
Según un estudio de 2013 de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés), el 30% de los adultos, de entre 18 y 65 años, el 68% de los adolescentes, de entre 10 y 18 años, y el 18% de los niños, de entre 3 y 10 años, consumen bebidas energéticas al menos una vez al año.
Además, el 11% de los consumidores adultos y el 12% de los adolescentes habían consumido más de un litro de estas bebidas en un solo día.
Un equipo de investigadores que trabaja en la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que el incremento del consumo de bebidas energéticas puede suponer un problema para la salud pública.
Los riesgos se deben principalmente a la cafeína que contienen estos refrescos, aunque los responsables de la revisión, publicada en la revista Frontiers in Public Health, afirman que son necesarios más estudios para evaluar los efectos a largo plazo de la combinación con otros ingredientes, como la taurina o el guaraná.
Según los especialistas, la sobredosis de cafeína puede provocar, palpitaciones, hipertensión, convulsiones y, en raras ocasiones, hasta la muerte.
El nutricionista deportivo Ludwing Álvarez señala que una bebida energética puede ser una gaseosa por su contenido de azúcar y cafeína, así como otras que tienen un efecto netamente estimulante.
Aunque no recomienda su consumo, señala que quienes lo hacen deben recordar que estas bebidas se deben tomar de forma moderada y que están dirigidas al público adulto, mas no a los niños o embarazadas.
Trabajos realizados en EE.UU. encontraron una asociación entre una elevada ingesta de estos productos, de 6 bebidas energéticas al mes o más, y tener comportamientos de riesgo como practicar sexo sin condón, meterse en peleas o conducir sin cinturón de seguridad.
En la mayoría de los casos se comprobó que tal efecto surgió al combinar este producto con alcohol. Según la EFSA, el 70% de los jóvenes de entre 18 y 29 años toma ese tipo de mezclas, lo cual aumenta el peligro de dar una falsa sensación de resistencia al alcohol.
Joao Breda, responsable del programa para Nutrición de la OMS, señala que hay que iniciar la discusión sobre ese posible problema cuanto antes.